miércoles, julio 16, 2008

LA COMIDA

Dedicado a los que no estuvieron:

Inés, Carlos y Begoña.


Quedamos en una terraza

Comimos enfrente del Museo de Arte Reina Sofía

Visitamos dos exposiones.



Estamos y estoy preparando las crónicas de nuestros reporteros Carlos y Miguel. Supongo que algunas dificultades emocionales salpicadas de temor, les deben estar impidiendo enviárnoslas. No obstante, si superan esas pequeñas complicaciones, estoy dispuestas a rehacer la entrada de este blog y publicar aquí sus palabras.


Esther ha sido más diligente y sin tener que pedírselo ha mandado, hace ya unos días, sus impresiones. Aquí os dejo su pequeño relato del viernes once de julio. Me gusta su texto por ser ágil, sincero, sencillo y emotivo.


La comida fue un éxito, lo pasamos estupendamente. Para los que no vinisteis, terminamos en el Caixa Forum paseando por las dos exposiciones y haciendo una sentada en la Cafetería, hasta que nos echaron.

Carlos (alias “el niño” ) me ha dicho que terminó a las 7 de preparar la inauguración de una exposición …desde aquí pedimos mas información, por si podemos ir a verla. A Inés, que se mejore rápidamente porque necesitamos aumentar la tertulia y que la foto fue imposible, algunos no quieren ser inmortalizados. Llevan fatal lo del cambio corporal. A Miguel, gracias, porque tuvo la paciencia de acompañarme en la estación hasta que llegó mi madre de Sevilla. Begoña y el Batres han propuesto quedar la próxima vez en Valladolid o Denia. Lo más real es Valladolid porque se puede ir en el Ave por la mañana, que Begoña nos haga una visita turística, comemos y por la tarde regresamos en el Ave también.
Lo de Denia necesita mas estudio. Y a partir de ahora se nombra a Luz encargada de la organización de los eventos, porque lo hace muy bien y encima nos regala sus libros y nos lo dedica. El de Carlos se lo dedicó y se lo regaló al camarero porque era muy guapo, tenía unos ojos de quitar el sueño y no pudo resistir la tentación. Bueno con esto daros por informados todos. Besos y como estamos en Julio FELICES VACACIONES. Besos Esther

El encuentro, como podéis observar, y, a pesar de tiempo transcurrido, estuvo lleno de cariño que sigue permaneciendo en todos nosotros.

Sólo tengo que hacer una pequeña precisión. En realidad me vi obligada a regalar el libro al camarero Carlos, pues la más interesado en este regalo era Esther. Lo que sí comparto con ella es el embrujo que tenía en los ojos, este joven, moreno y atractivo que nos sirvió durante la comida.