jueves, noviembre 11, 2010

RECUERDOS EN LA FRONTERA


Para Annie que siempre quiso saber de su origen.

(Perdona mi gran retraso).

Nos habíamos prometido que en el verano del 2010 nos volveríamos a ver. Y así lo cumplimos.

Durante el año, le mandé a Anni algunos correos. Sé que ella está muy ocupada en su trabajo de Perpiñán, por eso he procurado no entretenerla mucho, pero cuando llegó el mes de julio y ya habíamos decidido las vacaciones, le envié un e-mail para decirle que a partir del día 16 andaríamos por Gerona. Nos pusimos de acuerdo y el domingo 18 de julio, no escogimos la fecha a propósito, quedamos en la antigua aduana entre Francia y España. Ahora solo podemos ver  las cabinas.

Nos dio mucha alegría el encontrarnos de nuevo. Después de los saludos, montamos en su flamante coche,  dejando el nuestro en reposo en el lado francés. 

Era una mañana fresca y según ascendíamos y nos internábamos en el monte, por una carretera estrecha llena de curvas, se podía decir que la brisa, se convertía en algo de frío. No nos importaba.  El coche  de Annie  y Philippe, quedó  en el aparcamiento y subimos a pie hasta llegar a la antigua alambrada,  por donde tantos españoles tuvieron que pasar huyendo de España,  a causa de la Guerra Civil. ¡Cuantas historias podrían contar esos hierros y palos clavados en la tierra! Ahora, por fortuna hay huecos donde puedes poner un pie en Francia y otro en España, sin ningún tipo de problema.


Annie recorre con frecuencia estos lugares, por eso los conoce muy bien. Ella siempre quiso saber el porqué siendo hija y nieta de españoles, nació en Francia. Me comenta que hoy en día, después de mucho preguntar y no siempre ser respondida - quizá la herida es muy profunda- puede decir que casi, casi, tiene el rompecabezas completo.





Después de unos cuantos paseos por la montaña, admirando los paisajes y charlando de todo un poco, nos dirigimos hasta Collouire, ya que ese era nuestro destino, la hermosa villa francesa donde reposan los restos del gran poeta, Antonio Machado y su madre.



Para Annie y su marido Philippe no es la primera vez que iban allí y nos comentan que siempre hay alguien visitando la tumba del poeta. Efectivamente al llegar nos encontramos con un grupo de chicos jóvenes que también habían llegado hasta el cementerio. Annie me dio un poema que su abuelo, Teodoro González,  alcalde republicano de un pueblo de Toledo en el 36,  siempre llevaba consigo.  Lo leí y la poesía, cuando es sentida, como en este caso, emociona.





Después llegamos hasta Argelès-sur-Mer Francia, el lugar donde muchos españoles se hacinaban y morían al no poder aguantar las condiciones de aquel campo. Hoy solo queda un monumento con los nombres de los que perdieron la vida, incluyendo también a niños y niñas.



Siguiendo con el día caluroso, Annie nos contaba historias que sabía de aquellos años y las dificultades que encontraron los españoles en Francia,  donde no siempre les trataron bien.

En nuestro viaje de un día, llegamos hasta la Maternidad de la Cruz Roja,   donde ahora hay un castillo y un hermoso parque.



Este castillo fue testigo de grandes historias como el niño que tuvo tres madres: su madre biológica  que era judía,  murió haciéndose cargo del niño, una madre española y al morir ésta en el año 44, el niño acabó en Inglaterra, para ser recogido por una familia inglesa, porque la solidaridad entre las personas está siempre presente y mucho más en los momentos trágicos .

Cuando ya caía la tarde volvimos a la antigua aduana. Ellos marcharon para Francia y  nosotros a Gerona.





Ahora, mientras contemplo el mar lleno de calma, pienso que nunca se debería romper el equilibrio  y la rutina, para  traer consigo el sufrimiento y hacer que la vida de las personas,  se vuelva azarosa y llena de dificultades.


(c)Texto y Foto 

Luz del Olmo


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3 Comments:

Blogger Myriam said...

¡Un viaje muy movilizante lleno de vivencias y recuerdos del pasado y de reencuentros con amigos!.

He estado en Collieure, es un pueblito delicioso que por su luminosidad especial cobij+o a tantos impresionistas...y a Machado, desde luego.

Besos

jueves, 11 noviembre, 2010

 
Blogger pancho said...

Qué lejos está la tumba de don Antonio del lujo y del oropel de otros renombrados, paradigma de la humildad. Mantuvo la coherencia con sus ideas hasta después de muerto.

Da tristeza ver esas listas de españoles muertos en la indigencia en esos pueblos franceses.

Preciosa entrada.

Un abrazo

jueves, 11 noviembre, 2010

 
Blogger Abejita de la Vega said...

Pobres españoles republicanos, salen de una guerra y se meten en otra. Y la canallada de tenerlos encerrados en esas playas campos de concentración.
Besos

sábado, 13 noviembre, 2010

 

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