martes, febrero 07, 2012

HISTORIA DE UN SOBRE

Desde hace unos años que tuve una enfermedad grave, tengo que tomar medicinas a diario, por eso, después de mis correspondientes revisiones, llegó un día en que la doctora de cabecera decidió que para evitarme el estar esperando en su consulta sólo para las recetas, darme un sobre que indica mi ración diaria de medicamentos.

- Cada vez que se te terminen las medicinas y no me necesites, sólo tienes que dejar este sobre en recepción y luego lo recoges a los dos o tres días con las recetas dentro.

Así lo he hecho y es un sistema bastante cómodo, hasta que un día de tanto ir y venir el sobre, se estropeó, por eso, hará como un año, decidí visitar a mi doctora y pedirle un sobre nuevo.

- No tengo- me dijo- pero toma este papel ( es donde están reflejadas la medicinas) y lo guardas en el sobre que te den abajo en el mostrador.

Creo que este episodio fue hace más o menos un año, cuando ya estábamos en plena crisis y se empezaba a hablar de recortes.

Obedecí en todo a la médica y cuando pedí el susodicho la respuesta fue:

- No, ya no damos sobres. Ahora se lo tiene que comprar Vd.

Me enfadé y dije que yo no me lo compraba y con el cabreo me fui hasta la farmacia. Allí, les hice ver a los presentes lo que estaba pasando, de cómo empezaba la Administración con un sobre y ya veríamos como terminábamos. Recuerdo muy bien que al abandonar el recito, los dejé a todos indignados.

A los dos meses necesité otra vez mis medicinas, así que en mi obstinación por no comprar el sobre, decidí coger uno usado, de esos de ventanita, que tenía por casa. Doblé muy bien el papel donde se quedaban reflejados los nombres de mi querida doctora María Jesús y el mío y lo eché en su buzón apropiado para ello del Centro de Salud.

A los tres días, como siempre, fui a recogerlo y entonces tuve este diálogo con la del mostrador:

- Este sobre no le vale, tiene que comprar otro.

- Ya, pero yo no quiero comprarlo. Quiero que sea gratis como siempre.

- Si es muy fácil: Usted va al estanco y pide un sobre mediano blanco que además cuesta muy poco.

- Hasta ahí llego, pero yo, no quiero comprar el sobre.

- Comprenda que así la Sanidad Pública se ahorra muchos euros porque somos unos despilfarradores.

- Pues si despilfarramos que lo quiten de otro sitio, como por ejemplo de esos cargos intermedios que sirve para muy poco y que tienen buenos sueldos o que no les den tanto el dinero a la Banca , pero lo que es intolerable es que nos lo quiten a los jubilados.

- Vd. Compra el sobre y luego escribe el nombre de su doctora y el suyo. Déjemelo, mire, así, ( y a continuación escribió los dos nombres en la parte de arriba del sobre con ventanita que yo tenía).

- Muchas gracias, pero aunque no lo crea, yo sé escribir, lo que no quiero es comprar el sobre.

Ella me lo da y me voy contenta con mi sobre de ventanita porque al final no he comprado el que la Administración manda. Mientras camino voy pensado:

¿Qué pasaría si la Sra. Esperanza Aguirre no comprase el sobre que le manda Zapatero, ( en aquella época aún gobernaba él y ahora lo puedo sustituir tranquilamente por Rajoy) y éste no comprase el sobre que le mandan los Merkosy y si estos dicen no al sobre que le imponen los mercados y si los mercados dijeran no al sobre de las Agencias de Calificación o los Bancos o yo que sé, ( pues me pierdo en esta cadena que estoy segura existe), Es muy posible que de este modo se llegara con la respuesta negativa a ese ¿quién? o ¿ a quiénes? que no tengo ni idea son, y sospecho que la mayoría de los habitantes de la Tierra tampoco, que se está beneficiando de la compra de ese sobre que quieren que yo adquiera previo pago.

No sé como acabará esta historia y muchas como esta que ya han empezado a suceder, pues hoy tengo que volver a dejar el sobre no reglamentario, ya sabéis con ventanita, en el buzón.

Me temo que al final tendré que comprarlo, pero yo, por si acaso, voy a seguir incordiando.

Luz del Olmo

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13 Comments:

Blogger Asun said...

Yo funciono parecido con mí médica, solo que en mi caso, al tener yo talonario de recetas de MUFACE, soy yo la que tengo que llevarselas para que me las rellene. Se las dejo en admisión en un sobre junto con un papel con mi nombre y lo que necesito y ella las rellena. Eso sí, a mí nunca me han dado sobre, siempre lo he tenido que poner yo, pero casi siempre uso de los que tengo por casa o reutilizo el mismo una y otra vez, no me piden que tenga que ser de unas características determinadas.

Tú sigue protestando a ver si al final te lo dan sólo por no escucharte jajajajaja.

Besos

PD: Soy Asun la de siempre. Es que he cambiado la foto del perfil.

martes, 07 febrero, 2012

 
Blogger matrioska_verde said...

no entres al trapo, no compres el sobre, sigue llevando el sobre que a ti te de la gana, faltaría más.

hemos empezado por el sobre y a este paso, seguiremos por pagar la sanidad y si no al tiempo.

bqñs.

¡¡es intolerable!!

martes, 07 febrero, 2012

 
Blogger Pedro Ojeda Escudero said...

La historia acabará mal. Echaremos de menos los tiempos en los que nos obligaban solo a comprar un sobre...

martes, 07 febrero, 2012

 
Blogger Abejita de la Vega said...

Yo también uso un sobre para las medicinas que necesita mi madre. Y no lo compro, mi madre aprovecha los que mandan los partidos cuando hay elecciones. En detalles como ese, se nota que ella vivió la escasez de la postguerra.

Resiste, no compres sobres. Después del sobre, viene...

Besos, hablamos.

martes, 07 febrero, 2012

 
Blogger Merche Pallarés said...

¡Y muy bien que haces, Luz! Solo faltaba que te tuvieras que comprar el sobre... ¡Vamos, que les zurzan! Es como las bolsas de plástico que también hay que pagarlas. Yo también me niego y llevo mi carrito aunque solo tenga que comprar el periódico y el pan... Nos deberíamos negar TODOS a pagar lo que nos exigen. Que pagen los politicastros que buenos dineros se embolsan. Todo ésto me sulfura y desde que no fumo ¡más! Besotes, M.

martes, 07 febrero, 2012

 
Blogger Merche Pallarés said...

Y menos mal que superaste tu enfermedad querida Luz aunque tengas que seguir medicándote. Qué fastidio. Besotes de nuevo, M.

martes, 07 febrero, 2012

 
Blogger Merche Pallarés said...

Corrección: que paguen...

martes, 07 febrero, 2012

 
Blogger amelche said...

No lo compres. Vamos a rebelarnos todos y a no comprar el sobre. A ver qué pasa.

martes, 07 febrero, 2012

 
Blogger Kety said...

¡UF! Qué mal huele esto. opino como Pedro.

Besos

miércoles, 08 febrero, 2012

 
Blogger Merche Pallarés said...

ELE, he puesto foto del cocodrilo albino en mi post... Solo quería que lo supieras... Besotes de nuevo, M.

jueves, 09 febrero, 2012

 
Blogger Julio said...

Así que mi madre es agitadora de masas.

¡No compres el sobre!

jueves, 09 febrero, 2012

 
Anonymous Pamisola said...

Hola, Luz: quien sabe lo que habrá que comprar más adelante, puede que añoremos tener que comprar un sobre de vez en cuando.

Ánimo en la lucha por el sobre, qué narices.

Abrazos

jueves, 09 febrero, 2012

 
Blogger pancho said...

Con el asunto del sobre hemos salido ganando un estupendo relato. Lo malo es que los que sufren las protestas no tienen nada que ver con el asunto. Los responsables están bien a salvo de las iras del pueblo tras veinte filtros de secretarias y peticiones de citas.
Ando con retraso en la lectura de blogs, esta semana pasada ha estado bastante ocupada.

Un abrazo.

domingo, 12 febrero, 2012

 

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