jueves, febrero 14, 2013

MALA HIERBA

                                         (c) Luz



Según voy leyendo “Mala hierba”, tengo la impresión de que en realidad el apático y abúlico Manuel es para Pío Baroja , un mero pretexto que sirve de presentación  a otros personajes de la novela, como son  el  trabajador consciente Roberto  Hasting, o su compañero Alejo Monzón,-  Alex-  escultor inconcluso que se cree genial , así como el tertuliano  caradura y aprovechado de Bernardo Santín, metido a fotógrafo sin conocer para nada ese arte y  Esther Wolowitch, la inocente polaca enamorada, todos ellos incluidos en el retrato de la bohemia madrileña, que después dará paso  a otros personajes  como el colocador , vendedor de humos y timador Bonifacio Mingonte, acompañado  del embaucador y tramposo Peñalar o  la Baronesa Aynat, trapisondita e interesada.  El riquísimo comerciante Sergio Redondo que se deja explotar  por todos los anteriores y  ese es mi punto de lectura esperando a ver que pasa  con la farsa que preparan todos ellos  para que Manuel, que ya tiene dieciosho años, resulte ser un hijo creíble  de catorce.

El chico, como siempre, se deja querer y llevar, sin oponer resistencia, sin luchar en esta  “Lucha por la vida”  y por eso pienso que quizá los protagonistas sean los otros  y Manuel un simple espectador imbuido en un gran nihilismo, al que tan aficionado era D. Pío. 

Luz del Olmo 

9 Comments:

Blogger Paco Cuesta said...

Vemos el mundo a través de los ojos de Manuel.
Un abrazo

jueves, 14 febrero, 2013

 
Blogger Myriam said...

Lo de trabajar Manuel de hijo para la "baronesa" cubana es una salida magnífica, esta mujer es un personaje genial, de lo mejor de Baroja (como toda la historia que relata sobre ella) y para mi, los mejores pasajes de toda la Trilogía -que ya me la leí entera- principalmente, por su contenido irónico y gran toque humorístico.

Y no creas, no lo veo a Manuel como pretexto, como dices, aunque entiendo tu postura. Lo veo más bien como un chico de 18 años que aún no se ha definido y aún tiene que llegar a ciertas conclusiones por si mismo, claro que con ayuda del impulso generoso de Roberto y la semilla plantada por Don Custodio antes.

Besos

jueves, 14 febrero, 2013

 
Blogger pancho said...

También creo que, sobre todo en este tramo del relato, Pío Baroja utiliza el discurrir de Manuel para lucirse en sus descripciones, casi zoológicas, de los tipos madrileños, fruto de su curiosidad y observación de la gente de la calle. Su humor me recuerda a Eduardo Mendoza y Vázquez Montalván.
Como alguién de los comentaristas observó, en esta novela prescinde de las descripciones modernistas de la naturaleza, tan extraordinarias de La Busca. Sólo le interesan los personajes. Además la novela casi carece de trama, son historias intercaladas que le ocurren a sus personajes secundarios, que por otra parte conocemos a muchos de ellos de la novela anterior.

No se mete en honduras psicológicas, pero nadie puede negar que no tira palante de la novela con fluidez y vivacidad.

Excelente ejercicio de resumen, parece fácil cuando lo ves escrito, pero es lo más difícil de hacer bien.

Un abrazo.

jueves, 14 febrero, 2013

 
Blogger Abejita de la Vega said...

Manuel mira atónito las trapisondas de la baronesa y Cia, como el Lazarillo al vendedor de bulas falsas. Y me le ponen de marinerito, para matarlos.

Manuel no es un verdadero protagonista, es un personaje guía para que don Pío nos cuente lo que nos quiere contar.

Muy buena entrada, Luz. Muy psicológica.Las malas hierbas serán pardillescas, supongo; aunque no faltan en ninguna parte.

Besos

jueves, 14 febrero, 2013

 
Blogger Gelu said...

Buenas tardes, Luz:

Manuel es un muchacho que no ha recibido más que malos tratos, y poco cariño.
Sólo tiene 18 años. Come poco, en el presente y en el pasado, lo que explica que su cuerpo aparente tres años menos de los que tiene. Está solo.
¿Imaginamos a cualquier joven de hoy con ese historial, y sus resultados?
Don Pío, muestra la sociedad cruel y dura. Y lo difícil que resulta vivir para cualquiera, más aún para la clase desprotegida, para los que superar la lucha diaria es casi un milagro.

Abrazos.

P.D.: La fotografía que has puesto es la naturaleza a su aire, como debe ser.

viernes, 15 febrero, 2013

 
Blogger Pedro Ojeda Escudero said...

En gran medida, Manuel es el hilo que enlaza argumentalmente los espacios y personajes que le interesan retratar a Baroja: ni siquiera le usa para que miremos a través de sus ojos, basta con seguirle los pasos.

sábado, 16 febrero, 2013

 
Blogger Merche Pallarés said...

En los comentarios (magníficos) de los coleguis está todo dicho. Muy buen resumen y me ha encantado la foto :)) Besotes, M.

domingo, 17 febrero, 2013

 
Blogger Ele Bergón said...

Pedro, sí vemos el mundo a través de los ojos de Manuel que también son los ojos de D. Pío

Myriam, creo que para juzgar exactamente el libro he de leerlo entero, pero voy un poco paso a paso. No es un libro que lo lea de un tirón. Debe ser por mi propia circunstancia, por eso no te discuto tu postura.

pancho, sí estoy contigo de acuerdo en que en esta novela lo que le intersa a Baroja son los personajes. De todas formas, creo que yo no lo estoy leyendo con todo el interés que se merece.

Abejita, cogí de ti, el adjetivo trapisonda de la Baronesa, me gustó. Ya hemos hablado por teléfono de todo esto

Por supuesto la hierbas son de Pardilla.

Gelu, aunque pueda resultar extraños, sí puede haber chicos como Manuel en estos tiempos de hoy en día y más de los que imaginamos. Tengo amigas que trabajan en Servicios Sociales y los hay con problemáticas muy parecidas a las de Manuel y más ahora en los tiempos que corremos.

Pedro, llevas razón en los pasos de Manuel está contenida la novela. De todas formas insisto que para interpretar toda la novela yo, al menos, necesito leerla completa y aún no lo he hecho.

Merche, la foto es del otro pueblo Pardilla, donde las hierbas crecen libres sin más. Algo que creo no le pasa a Manuel, pues de libre no tiene nada, aunque lo parezca, pues necesita tener qué comer y eso le condiciona y para nada toma las riendas de su vida.

Un abrazo

Luz

viernes, 22 febrero, 2013

 
Blogger Pamisola said...

Ya terminé el libro, me ha parecido muy interesante, la vida azarosa de Manuel engancha, sobre todo por ver qué más le puede pasar a este pobre muchacho. Es un lujo la información gráfica, de los sitios que recorre, y que tú nos facilitas, en este caso Cogolludo.

Gracias, Luz

Besos.

lunes, 04 marzo, 2013

 

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