Solitaria está la calle
porque nadie la visita.
Tan solo el sol la entretiene
con sus sombras que dan vida.
Yo paseo, subo y bajo,
miro el cielo azul añil,
de una mañana de junio
con un silencio de abril.
Veo a un gato que me mira
y las piedras que me hablan,
de otros tiempos muy lejanos
donde yo, por aquí andaba.
Volví a mi lugar de origen,
volví a mi infancia pasada,
recordando aquellos años
en esta calle, callada.
(c) Fotos y texto: Luz del Olmo
Precioso poema, que da música a esa calle callada y soleada de tu pueblo.
ResponderEliminarBeso grande y feliz verano.
Laa calles calladas las más habladoraa. Gracias por abrirnos tu calle y tu poema de soledad.
ResponderEliminarGracias Myriam por tu comentario. Feliz verano o invierno, según donde te encuentres, también para ti.
ResponderEliminarBesos
Gracias a ti María Ángeles por tu comentario. Las calles siempre suelen estar abiertas y en este caso, en total ausencia de ruido y de transeúntes.
ResponderEliminarBesos o toque de tocas.