El martes por la mañana, estuve en la inauguración de esta exposición tan interesante, donde se hacía un pequeño homenaje a esas personas de rostros desconocidos, que en la más absoluta soledad y llegando al paso inevitable de la vida hacia la muerte, no tuvieron la mano amiga y familiar, a la que agarrarse, ni tampoco la caricia en la frente, acompañada con la sonrisa triste en nuestros labios, para darles fuerzas en el último aliento, por el paso inevitable, que a todas las personas nos ha de llegar.
En esta ocasión, l@s responsables polític@s de hacer más fácil este tránsito, obviaron sus competencias, produciendo un gran dolor, difícil de explicar y de aceptar. Debió ser tan duro que es inimaginable, todo lo ocurrido.
Sabemos por desgracia que estas circunstancias sucedieron en el fatídico año de 2020 por la maldita pandemia, que parece vamos dejando, sin olvidar el dolor de lo que tuvieron que vivir muchas familias.
La exposición VENTANAS PARA EL REENCUENTRO es un entrañable homenaje donde las artistas Ana López Gimeno y Almudena Ramos Torre, quisieron mostrar sus retratos y pinturas, para que no se olvide todo lo que pasó y no se vuelva a repetir.
Tanto Ana como Almudena, con palabras sinceras y llenas de emotividad, nos fueron expresando el porqué de esta exposición:
Para Ana fueron las noticias que le iban llegando por los diferentes medios de comunicación, las que le impulsaron a hacer retratos de las distintas personas que aparecían en esos medios y así fue volcando sus sentimientos, mientras aplacaba sus miedos y su rabia a tan tamaña injusticia que estaba aconteciendo.
Los dibujos de Ana reflejan las caras de cómo eran ellos y ellas, antes de llegar a esa angustia, desolación y yo imagino al ver sus rostros, la sorpresa, y también conformidad y en especial, indefensión, de lo que les estaba sucediendo.
Almudena que trabaja en un Centro de Salud, donde los pacientes no podían asomarse a las ventanas, pues el lugar carecía de ellas, decidió pintarlas en láminas para después colgarlas en las diferentes paredes de las personas que agonizaban, mientras el personal sanitario hacía lo que podía para mitigar, ese dolor, tan fuerte, tan inhumano, que nos estaba inundando a todo el planeta, pero en especial a los hombres y mujeres que transitaban sin medios suficientes, a su definitivo adiós.
Los cuadros de Almudena, muestran muy bien sus colores suaves de azules, verdes, rosas, amarillos... en ventanas que semejan tenues rayos de soles y segura estoy que lo sintieron los pacientes, cuando al girar la cabeza, podrían entreverlos dentro de su estado semiconsciente en el cual se encontraban.
Tanto los retratos de Ana, como las ventanas de Almudena, quedan en mi retina, como supongo que también van a permanecer en los asistentes que estuvimos en la mañana del 9 de este mes de mayo, en la sede de UGT, donde la emoción a veces contenida y otras no, paseaba entre nosotros en los recuerdos de estos años, que parecen van pasando, pero que jamás olvidaremos, porque este día se quedará como una ventana abierta en el recuerdo, acompañada de las palabras escritas en el libro donde anotamos nuestras impresiones.
Tantas miradas,
llenas de angustia y miedo.
Y no hay respuestas.
(c) Fotos : Ana López Gimeno e Inocencia Muñoz
Texto: Luz del Olmo
Ventanas abiertas, por favor. Que hablen por lis que ya no pueden hablar.
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