domingo, agosto 17, 2025

LOS ESCÁNDALOS

 


Para ti, mi amigo y maestro Julián Fernández de Quero, que te fuiste demasiado pronto, en esos primeros días de marzo, cuándo un nefasto virus vino  a visitarnos y llevarse a las personas  tan maravillosas cóm tú.


 No recuerdo que ni en mi infancia ni en mi juventud temprana, haber oído la palabra homosexual para referirse a personas adultas que cultivaban su amor, siendo del mismo sexo. Crecí con esa ignorancia y eso que en el colegio de las monjas,  si hubo un episodio que a nosotros las pequeñas internas, no nos acababan de referir, pero a las mayores que estudiaban el  bachiller superior de quinto y sexto, sí las oímos  comentar  un escándo que hubo entre algunas de las alumnas. Decían estas mayores que los padres de estas  compañeras  habían estado en el colegio, guardando en mi memoria el que"algo"  había pasado, pero no sabíamos cuál era  su realidad. 


Fue unos años después, cuando tuve ese  algo de consciencia  de cómo  podían enamorarse dos mujeres o dos hombres, para comprender en mi nebulosa de juventud, lo que al  parecer había ocurrido.


La vida va pasando y la mayoría de las veces, no sabes los distintos caminos  por dónde  el tiempo te lleva a transitarlos.


A mediados de los años 80 de nuestro siglo XX, estuve dando clases de educación sexual en varios colegios de Coslada, San Fernando de Henares, Rivas y Madrid capital, dónde fuimos mostrando  lo referido al sexo y  a la sexualidad de las personas, ya que en tiempos anteriores era un tema tabú y por ello, bastante distorsionado y alejado de la verdad. El fin de estas clases era dar a conocer a los adolescentes, de una forma sencilla, pero veraz, aquello que en décadas anteriores, nos habían ocultado.


 Algunas personas se dieron cuenta de esa carencia y por ello, en esta  década  de los  referidos  años  de 1980, se empezó a enseñar a los chicos y chicas, el derecho que en su pubertad y adolescencia tenían de conocer, todo lo que les estaba ocurriendo mientras su cuerpo, mente y comportamientos se iba transformando y su porqué.


Por ello, desde la Sociedad Sexológica, también llamada Sexpol, se propuso  a algunos  ayuntamientos, el dar clases a los grupos de séptimo  y octavo, para que estos grupos no cayeran en la ignorancia y la mitificación de  algo tan natural, cómo es el crecimiento de su propio cuerpo,  junto a las emociones que se  van sintiendo cuando el niño o niña  va dejando de serlo, para pasar a otra etapa por la que todas las personas  transitamos  y cómo de forma  bastante generalizada, se van creando conflictos psicológicos  y de comportamiento, por ese crecer en nuestra propia biología.


Recuerdo cómo todavía, algún que otro alumno y alumna me preguntaba por la homoxesualidad y   si  ¿ era normal o no? junto a otros mitos que se han repetido  a lo largo de los tiempos. Estos me lleva hasta el profesor Carrobles  de la Universidad Autónoma  y cómo utilizábamos una lista de todos esos mitos que existian  con respecto a la sexualidad, icluyendo los nuevos sentimientos  que se podían tener. Hay que recordar,  cómo en  su manifestación públca y  en la mayoría de la sociedad de esos años 80, todavía no estaba muy bien vista.


Una de las preguntas que se repetía  en los adolescentes de esta época de los 80 era ¿La homosexualidad  es una enfermedad? Y su duda venía porque así lo creían, ya que lo habían oído o se lo habían dicho. Viene a mi memoria  también el mito de no poder tocar una flor  o no lavarse la cabeza, cuándo una mujer tenía la regla o periodo. Esto último con menos frecuencia, pero todavía existia. 


No fue fácil para algunos progenitores de las chicas  y chicos, el aceptar que sus hijos e hijas fueran a estas clases y  también en más de una ocasión, la polémica pudo subir de tono. No obstante, para mí fue una gran experiencia  dónde también aprendí a conocerme mejor a mí misma,  intententando  que a lo largo del tiempo, a este alumnado que tuve, les haya servido para ser más felices, acercándose a la verdad.



 

(c) Texto y foto: Luz del Olmo Veros 

6 Comments:

Blogger Sor Austringiliana said...

No sabíamos nada ni nadie nos contaba nada de esos temas. Yo no fui a colegio de monjas pero los docentes seglares no entraban ahí; como muy avanzada recuerdo a la profesira de literatura que nos habló de Safo de Lesbos y sus poemas a una discípula muy querida.
Es de agradecer que hubiera pioneros que dieran educación sexual en los colegios, como vosotros. Gracias.
Besos

lunes, 18 agosto, 2025

 
Blogger Pedro Ojeda Escudero said...

Y ahora que podemos saberlo todo, qué a oscuras caminan algunos...

martes, 19 agosto, 2025

 
Blogger La seña Carmen said...

Sin duda toda una experiencia para ellos y para ti.

viernes, 22 agosto, 2025

 
Blogger Ele Bergón said...

Sor Austri, en aquellos años vivíamos en la ignoracia, con relación a determinados temas, pero eso no quería decir que no existieran. Había tanta censura...
Besos

sábado, 23 agosto, 2025

 
Blogger Ele Bergón said...

Bien dices Pedro, ahora si queremos podemos saberlo todo, pero bien dice el refrán, que no hay más ciego qué el que no quiere ver y más sordo qué el que no quiere escuchar.

Besos

sábado, 23 agosto, 2025

 
Blogger Ele Bergón said...

Sí Carmen, fue una interesante y enriquezora experiencia, para todas las personas que quisimos aprender algo más sobre la sexualidad que en otras épocas había estado tan ooculta.

Besos

sábado, 23 agosto, 2025

 

Publicar un comentario

<< Home