RECORDANDO A ELENA

Me escribe mi amiga Larisa, la que pasea entre abedules en Borisov 

( Bielorrusia). 

Hacía algún tiempo que no manteníamos contacto y me cuenta que por allí      " ..todavía la primavera encuentra la resistencia del invierno..." y que el uno de mayo nevó como en enero. Ellos han plantados las verduras y hortalizas " las plantas que quieran sobrevivir que intenten salvarse...", me dice unas líneas más abajo. 

Pienso que estas palabras también sirven para las personas. 

Termina con un sentimiento que me hace ponerme triste " El 10 de mayo son tres años que Elena ya no está con nosotros..." Si Larisa, nuestra gran amiga Elena nos dejó un día de mayo, cuando las plantas que se han salvado, crecen y crecen con una intensa fuerza. Elena siempre demostró tener un gran coraje y valor, pero ante su enfermedad, fue todo inútil. Ella se fue, y yo la recuerdo los veranos en Plencia, Vilches, Villarejo y sobre todo en Velilla, cuando todos los amigos tomábamos las cervezas en la plaza o cantábamos canciones de uno y otro país en alguno de los jardines de nuestras casas.

Cuando nos sobrevienen las pérdidas nos aferramos a los buenos recuerdos para mitigar el dolor que su falta nos produce. 

Elena, dondequiera que estés, podrás comprobar que te seguimos queriendo.