A MI PADRE
Hoy, a eso de las seis de la tarde, en un día lluvioso de otoño y en plenas vendimias, murió mi padre a la salida de la viña. El hecho marco mi vida para siempre. Han pasado cuarenta y seis años y esta fecha nunca la olvido.
Solo he sido capaz de escribirle un poema. Ya lo he repetido en este blog, pero no tengo otro.
Por ti, conocí la muerte
sin apenas comprender la vida.
Hundida mi rebelión
detrás de tu sueño inmóvil
aprendió desesperada
que te fuiste para siempre.
Por tejer un dolor,
retome la vida
y en desanimo,
acaricie´ la luz
de tu boina negra
en rostro cercano
besado por el sol.
De andar lento, arqueado,
eras, ante todo,
mi padre soñador.
¡Qué corto fue el tiempo
de andar en los campos
jugando entre voces
a estar junto a ti!
Hoy, cuando es mas larga
la ausencia a la vida,
renuevo la pena
de haberte perdido,
y paseo vencida
por el rincón de tu muerte.
Luz del Olmo
Etiquetas: mis poemas
10 Comments:
Versos que salen de lo más profundo del dolor que no se escoge.
domingo, 26 septiembre, 2010
El poema nace de ese dolor que se queda ahí dentro, malditas fechas que tanto le ayudan a salir. La foto tiene las lágrimas en el cristal, acompaña muy bien a tus bellas palabras.
Un beso y un abrazo
domingo, 26 septiembre, 2010
Bonitas palabras para recordarle. Hay muertes que nos marcan muy profundamente.
Un beso
domingo, 26 septiembre, 2010
Vive en tu recuerdo y en tus versos.
Un fuerte abrazo.
domingo, 26 septiembre, 2010
Fecha inolvidable sin duda alguna.
Luz, un fuerte abrazo
lunes, 27 septiembre, 2010
Nunca se olvidan estas fechas. Un abrazo, querida amiga.
lunes, 27 septiembre, 2010
Precioso poema para unos sentimientos tan tristes. Con tu poesía nos los sabes comunicar y vibramos contigo en la misma sintonía: la magia de la palabra poética. Gracias.
Gonzalo
lunes, 27 septiembre, 2010
Gracias s todos, pancho, abejita, Asun, Myriam, Kety, Pedro, Gonzalo por vuestras cariñosas palabras
Un abrazo
Luz
miércoles, 29 septiembre, 2010
Inmenso, Luz.
¿Sabes? Yo nunca recuerdo la fecha de la muerte del mío. Nunca fue si era el tres o el cuatro de abril. Siempre lo dudo.
Sin embargo, el día de su cumpleaños lo empiezo a vivir desde que empieza el mes de julio, y era el 27... no sé... quizás el dolor tiene vericuetos incomprensibles. El mismo dolor que aquí relatas, que aquí nos dejas y que me ha llegado al alma.
Un beso. Dos.
(me encantaría poder volver a verte. Esa crónica del homenaje a Miguel y tu paseo por el Ateneo... yo estaba allí. No te vi porque me tuve que ir antes de acabar... ayyyy...)
Laura
lunes, 11 octubre, 2010
Querida Laura
TEngo muchas ganas de verte y de hecho, cuando voy a algun evento cultural pregunto por ti, pero no nos encontramos.
Gracias por tus palabras. A veces aunque pase el tiempo el dolor se mitiga e incluso puede desaparecer, pero siempre queda una huella y un vacio que vuelve en determinadas fechas.
Un abrazo
Luz
jueves, 14 octubre, 2010
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