martes, junio 14, 2011

CERRARON SUS OJOS (BÉCQUER)

CERRRARON SUS OJOS
RIMA XXIII  DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER.

Cerraron sus ojos, 
que aún tenía abiertos;
taparon su cara
con un blanco lienzo
y unos sollozando,
y otros en silencio, 
de la triste alcoba
todos se salieron .

La luz, que  en un  vaso
ardía en el suelo,
al muro arrojaba 
la sombra del lecho
y entre aquella sombra 
veíase a intérvalos
dibujarse rígida
la forma del cuerpo. 

Despertaba el día
y a su albor primero,
con sus mil ruidos 
despertaba el pueblo.

Ante aquel contraste
de vida y misterios,
de luz y tinieblas,
medité un momento:
¡Dios mío, qué solo 
se quedan los muertos!

De la casa, en hombros,
lleváronla  al templo,
y en una capilla 
dejaron al féretro.
Allí rodearon 
sus pálidos restos 
de amarillas velas 
y de paños  negros.

Al dar de las ánimas
el toque postrero,
acabó una vieja 
sus últimos rezos;
cruzó la ancha nave,
las puertas gimieron
y el santo recinto
quedose desierto.

De un reloj se oía
compasado el péndulo,
y de algunos cirios 
el chisporroteo.
Tan medroso y triste,
tan oscuro y yerto
todo se encontraba ....
que pensé un momento:
¡Dios mío, qué solos 
se quedan los muertos!

De la alta campana
la lengua de hierro 
le dio volteando
su adiós lastimero.
El luto en las ropas
amigos y deudos
cruzaron  en fila
formando el cortejo.

Del último asilo,
oscuro y estrecho,
abrió la piqueta
 el nicho en extremo.
Allí lo acostaron,
tapáronle luego,
y con un saludo
despidióse el duelo.

La piqueta al hombro,
el sepulturero,
cantando entredientes,
se perdió a lo lejos.
La noche se entraba,
reinaba el silencio;
perdido en las sombras,
medité un un momento:
Dios mío, qué  solos 
se quedan los muertos!

En las largas noches 
del helado invierno,
cuando las maderas 
crujir hace el viento  
y azota los vidrios 
el fuerte aguacero
de la pobre niña
a solas me acuerdo.

Allí cae la lluvia
con un son eterno;
Allí la combate
el soplo del cierzo,
del húmedo muro
tendida en el hueco,
¡acaso de frío 
se hilan sus huesos!....

 ¿Vuelve el polvo al polvo?
¿Vuela el alma al  cielo?
¿Todo es vil materia,
podredumbre y cieno?
¡No sé; pero hay algo
que explicar no puedo,
que al par nos infunde 
repugnancia y duelo,
al dejar tan tristes,
tan solo los muertos! 

Ya se que este poema de Bécquer es uno de los mas tristes que tiene, pero lo pongo aquí, porque fue uno de los primeros del autor sevillano que me aprendí de memoria y por propia voluntad. Me gustaba repetirlo y hoy en día sus versos me siguen impresionando.

Como muchos ya sabéis nací y pasé mi infancia en Pardilla, un pueblecito pequeño de la provincia de Burgos y allí el ritual de la muerte estaba muy ligado a la propia vida.

Existían y aún existen, aunque de un modo mas bien simbólico, dos cofradías: La de la Vera Cruz y la de La Minerva.

Tengo documentos que acreditan mediante una copia del obispado de Segovia que

….Por cuanto por parte de el Cura Justicia y vecinos de el lugar de Pardilla de ese Obispado se nos ha hecho relación que ellos tienen gran deseo y voluntad por devoción particular de el Santísimo Sacramento de Instituir y fundar en la Iglesia de dicho lugar la otra cofradía de la Minerva ……

....... en el Lugar de Pardilla a diez y seis días del mes de Junio de este año de mill y seiscietos y veinte y siete, estando el concejo junto y congregado para fundar e instituir la Cofradía y hermandad de el SSmo Sacramento honra y Gloria de Dios Nsr. Señor bien y utilidad de nuestras almas ….

Por otra parte la cofradía de la Vera Cruz, de la que hay muchas extendidas por muchos pueblos de Castilla, en el documento de su fundación se lee :

Constituciones de la cofradía de la Vera Cruz de la villa de Pardilla formadas en el año de 1823.

Con esto quiero decir, además de aportar datos históricos sobre el pueblo que me vio nacer, que la muerte en otras épocas y en concreto en la austera Castilla estaba fuertemente ritualizada y formaba un aspecto mas de la vida cotidiana, pues en estas cofradías se implicaba todo el pueblo. Era como una embrión de lo que después fueron y son las famosas compañías de seguros, pero con la particularidad de que en el caso de La Minerva y La Vera Cruz, sus socios eran también, los digámoslo así, empleados de las mismas, pues los cargos iban rotando entre los vecinos del pueblo para poder enterrar dignamente a todos sus difuntos.

Mis recuerdos de niña me llevan a oír el toque de campana cuando alguien moría, para después paralizarse todo el pueblo y centrar la actividad en atender al difunto o difunta y a su familia. Íbamos a su casa, los niños entrábamos, veíamos al muerto, observábamos a los mayores y después, nuestros juegos los hacíamos cerca de la casa que en ese momento era la protagonista.

Otro recuerdo muy especial que me ha quedado grabado era cuando al terminar el entierro, pasaban lista a todos los cofrades y al nombrar a mi padre ´Teodosio del Olmo, él siempre contestaba;

-Va andando- y me gustaba oírselo decir.

Vuelve todo esto a mi mente cuando escucho uno de los poemas mas tristes e impresionantes que yo he leído sobre la muerte. Sus versos, me llevan a esas vivencias que yo reconocí cuando leí por primera vez este poema de Bécquer.

Luz del Olmo

Etiquetas:

11 Comments:

Blogger Asun said...

Es que en los pueblos se seguían muy a rajatabla todos los rituales relacionados con la muerte.

En el pueblo de mi madre, en la zona sur de Navarra, hasta hace unos años también era costumbre que el difunto era expuesto en su casa y todo el pueblo pasaba a decirle el último adiós. La familia, en agradecimiento, agasajaba con un tentempié. Luego el féretro era llevado a hombros en procesión hasta la iglesia para oficiar el funeral.

Hoy en día con eso de los tanatorios no creo que queden muchos pueblos que sigan la tradición.

Besos

martes, 14 junio, 2011

 
Blogger pancho said...

Impresionante cómo recita. Este poema está hecho para escucharlo asi, con el piano como si fueran las campanas que tocan a muerto.

Muy curioso lo que nos cuentas de las cofradías y de los seguros.

Un abrazo.

martes, 14 junio, 2011

 
Blogger Merche Pallarés said...

Precioso el poema y el piano pero no puedo resistirme a comentar el daño que ha hecho la religión católica en este país, especialmente en Castilla. Muchos años de inquisición, de cristianismo "viejo" donde todo rodea y está subordinado a la "muerte", gran ritual que tendrá su recompensa en la otra vida. ¡Cuánto engaño! ¡Cuánto trauma! ¡Cuánta tristeza! Besotes, M.

martes, 14 junio, 2011

 
Blogger Paco Cuesta said...

Era la España profunda, donde -quizá por obligación- la solidaridad en muchos momentos se manifestaba con fuerza.

miércoles, 15 junio, 2011

 
Blogger Abejita de la Vega said...

Esta rima la recuerdo bien y la sitúo en un tiempo de infancia en que todavía no había leído las rimas; pero la gente mayor que me rodeaba la conocía y recitaba de memoria. La más tétrica...Me parece que tieen razón Merche...

Me gusta el ritual de Pardilla, eso de va de pie.

Esquivias, precisamente, nos habló en nuestro centro, de los rituales fúnebres de su pueblo, Villandiego. Alguien quitaba al muerto el reloj y los zapatos...
Recuerdo que, en los pueblos de Guipúzcoa, ponían la esquela en todas las casas del pueblo. Yo pensé: ¿cómo se puede haber muerto tanta gente? El ritual era diferente del que yo había visto en Burgos.

Besos, Luz

miércoles, 15 junio, 2011

 
Blogger Pedro Ojeda Escudero said...

Qué hermosa la conexión que has establecido entre la rima de Bécquer y tus recuerdos personales.

miércoles, 15 junio, 2011

 
Blogger matrioska_verde said...

desde luego es una detallada descripción de todos los pasos a dar cuando una persona se moría.

cada verso es como un alilerazo... sobre todo al pensar en una niña que se va... ¡que tristeza, tremendo!

biquiños,

jueves, 16 junio, 2011

 
Blogger matrioska_verde said...

tengo que decir que a veces los niños no estaban preparados para la muerte; con 11 años me hicieron ir a despedirme de mi bisabuela dándole un beso en la frente, parece que lo recuerde como si fuera ayer y desde aquella no he podido volver a ver a un muerto.

¡es que era terrible! ¿no me digas?, sólo tenía 11 años y la frialdad y la dureza me dejaron tremendamente impresionada.

biquiños,

jueves, 16 junio, 2011

 
Blogger Myriam said...

Tu entrada me pega fuerte...
Muy interesantes los datos y la voz del poema, preciosa.

Besos.

viernes, 17 junio, 2011

 
Blogger ALBERTO NAVERO said...

Mi queridísima amiga... he regresado con mis alas adosadas a la espalda, no como un ángel, pues estoy lejos de ello, más regreso como un pájaro vagabundo a saludarte, dejar mi querer y amistad, y leer, leer, leerte para disfrutar de tu blog.
Mi abrazo fraterno de tu amigo de siempre.
A Navero

pd. a tientas regreso por mi abandonado blog, ya relataré las aventuras y tropiezos.

domingo, 19 junio, 2011

 
Blogger Ele Bergón said...

Asun, eran otros tiempos y creo que entonces la cultura de la muerte estaba más cercana a la cultura de la vida.

pancho, como habrás podido observar el video lo bajé de youtube pero tú me diste el pie con tu entrada sobre el I poema de Bécquer.

Estoy ahora investigando sobre la historia de Pardilla, por eso lo enlacé.

Merche, llevas razón en lo que dices con respecto a la Iglesia, por lo que estoy investigando las personas se hipotecaban en vida para poder pagar a la iglesia sobre su muerte.

Paco, sí era la España de muchos pueblos de Castilla y de todas formas y aunque esté de acuerdo con Merche, creo que sí había algo de bueno, quizá la solidaridad no era tan forzada.

Abejita siempre me gustó la frase de mi padre " va andando" pude ser que yo presintiese que él pronto se me iba a ir y me iba a dejar con una inmensa tristeza.

Pedro, gracias como siempre con tus palabras de aliento, se me ocurrió por el momento en el que estoy ahora de investigación, no por el del la muerte en sí y de todas formas,esta rima la repito y repito pues tiene algo que me atrae.

Aldabra, gracias por tus palabras, pensaba que lo había hecho un poco colocando las cosas con calzador, pero buen, parece que no ha quedado tan mal.

En cuanto a lo que dices de tu bisabuela, cada persona es un mundo y claro para mi no eran personas tan entrañables como lo fue con tu experiencia, por eso me han ayudado después a no tener mido a los muertos.

Myriam comprendo perfectamente que esta entrada te pegue fuerte, también pensé en ti cuando la hice, pues hace poco tiempo has pasado por esta dolorosa experiencia.

Mi querido Navero, que alegría verte de nuevo por aquí, pues ya sabes que no suelo frecuentar los mundo de Facebook y otros similares.

Sinto que hayas leído esta entrada tan triste, si lo sé que vienes te dedico una mucho más alegre.

Me paso por tu blog y seguimos en contacto

Besiabrazos para todas las personas que pasáis por aquí.

Luz

sábado, 25 junio, 2011

 

Publicar un comentario

<< Home