EL SANCHICO LEE AL AVELLANEDA
Hola coleguis. Aquí me tenéis de nuevo, intentando leer este Quijote que quiere parecerse al original del Cervan, pero no, a mi no me engañan.
El señor ese llamado Álvaro Tarfe que ya conocemos, ya, le quiere sonsacar al Alonso, llamado aquí D. Quijada, ja, ja, ja, pero el pobre Alonso anda muy despistado, está como siempre en sus “cosas” de ser caballero andante y desencantador de princesas que lucha contra todo lo que se le ponga por delante. En eso no cambia no y claro ha tenido que salir a relucir su adorada Dulcinea que qué perra tiene con esa mujer.....Si ya lo decía un profesor que tuve yo “ El enamorado no lo nota, pero poco a poco se vuelve idiota” Todavía me acuerdo de lo tonto que me volví con la Vane y la otra que he olvidado el nombre.
Por ahora y en este tiempo ya no me encuentro en ese estado, pero el Alonso erre que erre con sus tontunas. Y yo creo que en este Quijote del Avellaneda el Alonso se ha vuelto más pomposo en el lenguaje, más, no sé cómo decirlo, más rimbombante, más pesao, queriendo demostrar que sabe mucho y que conoce a muchos nombres de postín. En fin, que el Cervan lo hacia más elegante.
Mi padre, como siempre, con la barriga llena y ensartando refranes uno detrás de otro. En eso no ha cambiado y otra vez el lío de las cartas, pero lo que ya dice de la Aldonza Lorenzo, no me cuadra nada, de nada. En este Quijote a mi padre le han puesto más guarro, más zafio. Ese no es mi padre.
Y el Álvaro Tarfe pasándose a lo grande con los dos. Me recuerda un poco a los Duques, aunque todo hay que decirlo, estos tenían otro humor.
No sabía que mi abuelo se llamaba Pedro el Remendón. Mi padre nunca me habló de él y yo no lo conocí. Este Avellaneda inventa que murió de sabañones. Nunca se habló de esto en mi casa.
Por lo que leo, ya le está liando el Alonso a mi padre y él que se dejará liar, prometiéndole el oro y el moro. Bien sabe mi padre que ni mi madre será almirante, ni mi hermana ni yo seremos infantes. No entiendo muy bien eso, infantes, son los niños ¿no? A mi padre se le ha pegado el extraño lenguaje que gasta el Alonso.
No quiero estar presente cuando se lo diga a mi madre. Los gritos se oirán en toda la Mancha- Y que le va a comprar otro asno, -como lo engatusa- y dinero y provisiones y una maleta y bla, bla, bla … Menos mal que al final parece que se quedan dormidos los dos.
Yo también me voy a la cama a dormir, que he tenido unos días muy cansaos. Han sido la fiestas de mi pueblo y hemos burreao todo lo que hemos querido. En mi peña y con mis coleguis, lo he pasado tremendo. No hemos parado de hacernos fotos con el móvil.
Choque de manos
Etiquetas: El Quijote de Avellaneda, el Sanchico, Lectura de la Acequia
4 Comments:
El Sanchico haciéndose selfies...
Vete a saber si tu padre no tiene doble vida...
jueves, 02 octubre, 2014
Sanchico, hijo, ándate con ojo, que como diría tu padre, lo que no hace el vino, lo hace el kalimotxo (tu padre diría las patatas, pero bueno), y luego esas fotitos de la bodega aparecen en Internet y llegan hasta el siglo XXI en cualquier apócrifo y nos enteramos de cómo eran la juerguecitas que se corrían allá en aquellos tiempos.
viernes, 03 octubre, 2014
Sanchico, sigues siendo el mismo. A ti no te avellanaron, era tarea ardua para el de Tordesillas. Sancho Panza tiene su sabiduría, el apócrifo es mucho más bobo,no es tu padre, no.
Choque de manos.
Besos a la Ele.
viernes, 03 octubre, 2014
Es para mi uno de los personajes mas humanos que he conocido. Fiel amigo y compañero leal. Sancho un ser prodigioso, capaz de dejarse ver hasta en los bancos de la plaza Alta de Algeciras donde los viandantes se sonríen al verlo junto a dulcinea.
un abrazo
jueves, 09 octubre, 2014
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