UN CORTO PASEO POR FLANDES (I)
Pues como os decía, me fui con el licenciado Vidriera hasta Flandes, después de que este comprendiera que estaba curado de su mal, porque fue consciente de decir a la Corte:“¡o corte, que alargas las esperanzas de los atrevidos pretendientes, y acortas las de los virtuosos encogidos!¡Sustentas abundantemente a los truhanes desvergonzados y matas de hambre a los discretos y vergonzosos!”, comprendiendo que eso de las letras, es algo de fama muy efímera.
Yo, por mi parte, llegué a Flandes, en la tarde noche del 12 de octubre, después de contemplar el sol por encima de las nubes,
con la intención de visitar el Museo del gran pintor belga René Magritte, situado en la actual Bruselas.
Mi intención era volver a sentir todo aquel embrujó que experimenté en años ya pasados y comprender sus palabras: Todo lo visible oculta algo invisible.
Esto en cierto modo me recordó a mi reciente lectura del Licenciado Vidriera: ¿Qué opacidad guarda la transparencia de Tomás Rueda? Los sesudos lectores y escritores de La Acequia, ya me lo estaban desmenuzando. Confieso que fue mi último pensamiento para este personaje cervantino, porque ya en los tres niveles o pisos que cuenta el museo,
me introduje tanto en sus sugerentes pinturas, tan divertidas, como distorsionantes y reflexivas, junto con sus frases en francés que, más o menos podía traducir, para transportarme a otros lugares recónditos de la mente y sus juegos de espejos que, en colores y formas, me llevaban en continua actividad mental, al igual que lo hacen los sueños mientras dormimos.
Una pequeña muestra de las obras de Magritte vistas en el museo fueron:
El espejo falso
El modelo rojo
El imperio de las luces II
Magia negra
El informador
El hijo del hombre
Y muchas más que no dejo aquí. Está prohibido el hacer fotos, así que estas las he tomado de Internet, donde se puede hallar prácticamente toda la obra de René Magritte.
Al llegar a la primera planta, que es la última en visitar, quedé algo desilusionada, porque no encontré algunas de sus pinturas que sí había visto en Madrid y Barcelona o en fotos. Creo se guardan en colecciones particulares y otros museos, repartidas por todo el mundo.
Eché en falta el ver:
La cuerda sensible |
Los amantes
Golconda
La tumba de los luchadores |
Etiquetas: Magritte
6 Comments:
Espectacular entrada Luz.
Besos.
sábado, 24 octubre, 2015
Te fuiste al lugar donde el licenciado Rueda se tornó en soldado de los Tercios, abocado a la única salida honorable que una sociedad corrupta le concede. Flandes, un lugar para poner una pica.
Pero tú ibas a disfrutar de Bruselas y sus bellezas. Y como no, en busca de las nubes de ese pintor que tanto te gusta. Un anticipo ya en el avión. De las nubes y de los divertidos juegos visuales de Magritte.
Me alegro de que lo hayas pasado tan bien.
Buena semana la que entra, el jueves lo mejor.
sábado, 24 octubre, 2015
Esa frontera entre lo visible y lo invisible. Ir a Flandes con el Licenciado Vidriera en el bolso. Bien hecho, desde luego.
Besos.
lunes, 26 octubre, 2015
La peregrinación por Flandes no hace sino completar una ya buena formación. Creo que Cervantes con este recurso quiere remarcar, más si cabe, que la sociedad acepta al loco y rechaza al sabio.
lunes, 26 octubre, 2015
A pesar del frío, de la lluvia y de los charcos, Flandes siempre nos atrajo a los españoles y nos sigue atrayendo.
viernes, 30 octubre, 2015
De tu mano hemos recorrido también esos museos. Gracias por este post, Luz y enhorabuena por tu libro.
Me encantan Los amantes.
sábado, 31 octubre, 2015
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