Para mis queridos Julio y Esther
El sábado pasado, un buen día de primavera, decidimos hacer una pequeña excursión al pueblo de Carabaña.
Ya en la carretera, observamos todos los campos verdes y los almendros con sus hojas. Nada queda ya de sus flores algo rosas y en especial blancas. Llegado su tiempo, aparecerán los almendrucos. Campos de olivos y alguna que otra viña se extendían en la planicie.
Llegamos a nuestro destino y observamos cómo a los árboles de muchos años, les habían cortado todas las ramas. No sé si será bueno o malo el dejarlos tan mochos.
Allá a lo lejos, se ve una casa blanca. Pregunto a Julio por ella y me contesta, que posiblemente era una ermita, pues parece ser, que en este pueblos hubo en sus tiempos, más de una.
Las calles empinadas con casas blancas, se van sucediendo, porque es un pueblo que parece del sur, del sureste de Madrid, claro está.
Algunos viandantes caminan paseando a los perros, en esa hora, de calles desiertas y también se ven, alguna que otra casa vieja y descuidada por los años.
En su subida a la plaza, hay un palacio, el llamado Palacio del Virrey, creo que ahora es una Residencia de Ancianos
Las puertas verdes y claveteadas, me recordaban a las de otros pueblos, en especial los de Castilla la Vieja.
Las calles ostentaban sus carteles correspondientes. Me llamó la atención esta que se sitúa a la orilla de la Iglesia, dedicada al Padre Morata.
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Y en n esta placa se puede leer:
EN ESTA CASA NACIÓ
EL 20 DE FEBRERO DE 1886
EL M.I. RVDO. P. MORATA
MARTÍNEZ AGUSTINO
ESPECIALISTA EN LENGUAS
Y COSTUMBRES SEMÍTICAS.
Con su sol y sombra parte de la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, en su fachada principal.
La Torre de la Iglesia de La Asunción de Nuestra Señora.
Andando por las calles solitarias
Casas blancas y coches aparcados por todas partes.
La fuente que no cesa de manar. De todos es bien conocido, el agua de Carabaña.
El Ayuntamiento de Carabaña
Una columna romana o ARA ROMANA en una esquina de la plaza de España
Seguimos en la Plaza de España
Y uno de los muchos bares que hay en Carabaña y que la última vez que fuimos , no lo habían abierto. Me llamó la atención el que lo llamaran DONDE ADRI. Los de mi tierra, conocen muy bien este nombre.
Julio, me hace este comentario para añadir más información sobre Carabaña y os la dejo por aquí:
El ara romana tiene una inscripción: "SATVRNINVS PRO SALVTEC CLODII QUINTILIANI"
En el pueblo hubo hasta 9 ermitas, por lo visto. La de Santa Lucía, al lado del río, empezó siendo un tempolo romano dedicado a Diana.
Y las aguas de Carabaña se vendían originalmente como" aguas purgantes". Descubiertas por un farmacéutico que tenía su negocio en Antón Martín. Supongo que eso ayudó a que se popularizaran.
Un pueblo del sur de Madrid, un tanto alejado de la vorágine madrileña capitalina. Tiene su encanto y su agua, famosa por sus propiedades medicinales y por ayudar a que las mujeres luzcan un hermoso cutis. Para ti, esta excursión seguro que fue medicinal, aunque la medicina no estaba en el agua.
ResponderEliminarUn beso, Luz. Otros dos para Julio y Esther.
El ara romana tiene una inscripción: "SATVRNINVS PRO SALVTEC CLODII QUINTILIANI"
ResponderEliminarEn el pueblo hubo hasta 9 ermitas, por lo visto. La de Santa Lucía, al lado del río, empezó siendo un templo romano dedicado a Diana .
Y las aguas de Carabaña se vendían originalmente como "aguas purgantes". Descubiertas por un farmacéutico que tenía su negocio en Antón Martín. Supongo que eso ayudó a que se popularizaran
Sor Austri, cómo se nota que nos conocemos de hace ya unos cuantos años. Completamente de acuerdo con su reverencia.
ResponderEliminarToque sin tocas
La sor Pardilla
Julio, gracias por tu aportación. Lo pongo en la entrada.
ResponderEliminarBesitos.