Cuando yo te conocí, por las calles de Adrada, corría el agua. Fuimos amigas en esa edad, donde se va dejando la niñez, para pasar a la rebelde adolescencia y cuando el deseo de ir a las fiestas de los pueblos cercanos y poder echar un baile, nos llenaba de alegría.
Éramos las tres amigas: Mari, tú y yo. Con el tiempo, se nos fue la primera. Después las circunstancias y los años nos separaron, pero …llegó Carmen, la que tengo hoy a mi lado y el reencuentro, nos llenó de alegría.
Retomamos lo que nunca se fue y ¡hasta tuvimos la osadía de querer crear un diccionario, otra vez, entre tres, con palabras olvidadas!
Fue pereza, quizás apatía o simplemente los años que no pasan en balde. El caso es que te volví a encontrar y la amistad aún seguía intacta. Ya en trío como cuando éramos pequeñas adolescentes, seguimos enhebrando algunas agujas, para volver a tejer, ilusiones y quimeras que tú nunca dejaste. La prueba es que estás hoy aquí, en este momento inolvidable, como lo fue también para mí cuando tú, junto a Guadalupe, nos enseñasteis este pueblo de Adrada de Haza, al cual con frecuencia vuelvo, ya sabes, no solo por la fuente, sino porque aquí está un poco de mi origen familiar de estas tierras burgalesas, que te vio nacer y crecer, para dejar pasar en ti, ese amor que siempre sentiste por Adrada y que tan bien supisteis transmitir a los que nos acercábamos a vuestro voluntariado, para reencontrarnos con el pasado y el presente de sus calles, plazas y sus joyas arquitectónicas, en la iglesia y también su ermita.
En este última etapa de tu vida, nos volvimos a ver y charlar, como entonces, cuando éramos adolescentes, porque a pesar de los años y la distancia, siempre en nuestro reencuentro, ni tú, ni yo, dejamos de sentir, todos los rayos de sol que han permanecido en nuestras mentes a lo largo de los años.
El tiempo pasa, pero la amistad se detiene y así permanece, atravesando distancias.
Un abrazo, Luz.
ResponderEliminarGracias Pedro, otro abrazo para ti.
ResponderEliminarLuz
El sol de la adolescencia no se olvida, ni el esplendor en la hierba ni la gloria en las flores, como en la famosa película.
ResponderEliminarFelicidades por vuestra amistad, aunque Satur haya partido.
¡Qué bonito homenaje! Allí estaremos.
ResponderEliminarGracias sor Austri por tu comentario. Los recuerdos permanecesn en el tiempo porque estos van unidos a la amistad.
ResponderEliminarUn abrazo
Carmen, sí allí estaremos y espero te sientes a mi lado. ¡Qué buena persona y siempre entusiasta fue Sátur!
ResponderEliminarBesos