lunes, noviembre 27, 2023

PARA SÁTUR QUE SE FUE DEMASIDO PRONTO

  


                

Cuando yo te conocí, por las calles de Adrada, corría el agua. Fuimos amigas en esa edad, donde se va dejando la niñez, para pasar a la rebelde adolescencia y cuando el deseo de ir a las fiestas de los pueblos cercanos y poder echar un baile, nos llenaba de alegría.


Años después, cuando se impusieron las pérdidas que tanto daño hacen y dejan sus propias cicatrices, tuvimos que aceptar la distancia  física de no volvernos a ver, pero sí te recuerdo  el venir a saludarme a un hospital de Madrid, porque mi madre, allí estaba pernoctando.


Éramos las tres amigas: Mari, tú  y yo. Con el tiempo, se nos fue la primera. Después las circunstancias y los años nos separaron, pero …llegó Carmen, la que tengo hoy a mi lado y el reencuentro, nos llenó de alegría.


Retomamos lo que nunca se fue y ¡hasta tuvimos la osadía de querer crear un diccionario, otra vez, entre tres, con palabras olvidadas!


Fue pereza, quizás apatía o simplemente los años que no pasan en balde. El caso es que te volví a encontrar y la amistad aún seguía intacta. Ya en trío como cuando éramos pequeñas adolescentes, seguimos enhebrando algunas agujas, para volver a tejer, ilusiones y quimeras que tú nunca dejaste. La prueba es que estás hoy aquí, en este momento inolvidable, como lo fue también para mí cuando tú, junto a Guadalupe, nos enseñasteis este pueblo  de Adrada de Haza, al  cual con frecuencia vuelvo, ya sabes, no solo por la fuente, sino porque aquí está un poco de mi origen familiar de estas tierras burgalesas, que te vio nacer y crecer, para dejar pasar en ti, ese amor que  siempre sentiste por Adrada y que tan bien supisteis  transmitir  a los que nos acercábamos a vuestro voluntariado,  para reencontrarnos  con el pasado y el presente de sus calles, plazas y sus joyas arquitectónicas,  en la iglesia y también  su ermita.

 

En este última etapa de tu vida, nos volvimos a ver y charlar, como entonces, cuando éramos adolescentes, porque a pesar de los años y la distancia, siempre en nuestro reencuentro, ni tú, ni yo, dejamos de sentir, todos los rayos de sol que han permanecido en nuestras mentes a lo largo de los años.


El tiempo pasa, pero la amistad se detiene y así permanece, atravesando distancias.

 

 (c) Texto y foto: Luz del Olmo Veros

 

 

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6 Comments:

Blogger Pedro Ojeda Escudero said...

Un abrazo, Luz.

lunes, 27 noviembre, 2023

 
Blogger Ele Bergón said...

Gracias Pedro, otro abrazo para ti.


Luz

lunes, 27 noviembre, 2023

 
Blogger Sor Austringiliana said...

El sol de la adolescencia no se olvida, ni el esplendor en la hierba ni la gloria en las flores, como en la famosa película.
Felicidades por vuestra amistad, aunque Satur haya partido.

miércoles, 29 noviembre, 2023

 
Blogger la seña Carmen said...

¡Qué bonito homenaje! Allí estaremos.

miércoles, 29 noviembre, 2023

 
Blogger Ele Bergón said...

Gracias sor Austri por tu comentario. Los recuerdos permanecesn en el tiempo porque estos van unidos a la amistad.

Un abrazo

jueves, 30 noviembre, 2023

 
Blogger Ele Bergón said...

Carmen, sí allí estaremos y espero te sientes a mi lado. ¡Qué buena persona y siempre entusiasta fue Sátur!

Besos

jueves, 30 noviembre, 2023

 

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