
Puede pasar el tiempo, pero determinados acontecimientos de la vida los hacemos inmortales en nuestra memoria y esto es lo que me sucedió en el verano del año 2001, cuándo me había desplazado hasta Extremadura, en concreto a Cáceres, para asistir al Internacional Congreso XXXVI de profesores de Español, teniendo en mis recuerdos, cómo nos desplazamos a la ciudad de Mérida, para ver y disfrutar, la muy conocida y gran obra de teatro que se representó en su Anfiteatro Romano al que acudimos, dentro de las actividades del citado congreso, cuyo título era nada más y nada menos, que la tragedia de William Shakespeare de Romeo y Julieta, obra qué puede considerarse inmortal, y ha sido unos cuántos años después, de tenerla guardada en mi memoria y recordarla en este 2025, mientras escribo en mi ordenador del siglo XXI, para poco a poco ir visualizando, todo mi impacto de entonces, cuando sentada con mis compañeros y compañeras de distintas nacionalidades, disfrutamos de aquella noche de verano, con los trágicos amores de los inmortales amantes.
Existen varias teorías sobre el amor y la pasión que dependen de la propia filosofía de las personas, sientiéndose más o menos identificadas con cada una de ellas, aplicándonos la que más nos guste y esté en consonancia con nuestro pensamiento y también nuestro sentir.
Se ha escrito y debatido mucho sobre estar y vivir enamorado o enamorada que también tiene sus fases, de enamoramiento en su principio, porque después vendrá el amor y seguirá con nosotros, en armonía con el cariño, pudiendo llegar o no, hasta un final qué se puede extinguir o seguir adelante.
No recuerdo quién lo decía, pero en mí se quedó grabado, aquello de cómo al amor se le puede nombrar también cómo un misterio difícil de resolver.
Texto:Luz del Olmo Veros
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home