sábado, mayo 31, 2008

LOS VIAJES DE LOS OTROS

César y su bicileta ya han abandonado Laos y recorren Camboya.


Despues de cruzar el rio para volver a la orilla este con la barcaza publica que partia cada mañana, recorri los ultimos 30 kilometros de este pais que tanto habia disfrutado. Laos era un pais detenido en el tiempo; de gentes humildes sin grandes desigualdades, ni graves carencias, ni grandes ambiciones mas que disfrutar de una vida sencilla en buena compañia. Felices, apartados de los locos derroteros del mundo del siglo XXI. Con un largo camino que recorrer; que yo esperaba de corazon no les borrara su eterna y sincera sonrisa del semblante, como en nuestros paises y en tantos otros sucediera ya hace mucho tiempo. Con una naturaleza sorprendente, exuberante e indomita, con una convivencia de etnias y culturas digna de ser proclamada patrimonio de la Humanidad. Laos vive de espaldas al mar que nunca ha conocido, y tal vez fue eso lo que la salvo de este siglo cambalache que hoy nos tortura a todos. Despues de 2000 kilometros por sus caminos, creo que he saludado a la mayor parte de sus habitantes, que al verme gritaban Sabaidee con una sonrisa. Laos es un pais entrañable que no ha merecido la guerra que les preparo el yankee, pero que libre de odio o revancha mira sin malicia ni segundas intenciones al que se acerca a visitarlo, y a comer a su mesa una sopa picante de tallarines.









A mitad del camino, pase por un lugar en el que el rio se desploma rocas abajo en una catarata poderosa, digna de su caudal. Y continue mi camino por un bosque sin casas ni nada ni nadie hasta llegar a la frontera. Selle la salida de Laos y cambie mis ultimos kips por 17 dolares a una mujer que vendia refrescos. Bueno, al menos tenia para comer algo en el recorrido hasta Stung Treng, donde esperaba poder sacar dinero en moneda local.

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No me cruce ni la mas minima aldea. Cada muchos kilometros de bosque se abria un claro roturado junto a la carrtera, y en el centro una chocita de bambu con una familia que me saludaba al paso; ya no decian Sabaidee, sino Hello.

..Muy a diferencia del impoluto Laos de casitas humildes, pero limpias, entre tierra y hierba, mi primera ciudad de Camboya estaba llena de basura, amontonada en las aceras o en los charcos de agua que llenaban los baches de las calles. La pestilencia era considerable, y perros sarnosos buscaban comida entre los desperdicios. No solo los perros: niños y ancianos hacian lo propio, en un escenario extremo mas propio de hispanoamerica que del sudeste asiatico que yo conocia hasta el momento.

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3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hola
Ele, el observar lo bello de lo que nos rodea afueras de nuestro entorno rutinario nos llena de ideas pensamientos inspiración reflexión alegrías etc que de verdad conocer otros lugares es fantástico y admirable muy bonitas fotos de Laos me gusto las cataratas estaba buscando uno así en mi país para la próxima será
un abrazo desde mis tierras¡¡¡¡

domingo, 01 junio, 2008

 
Blogger Ele Bergón said...

Hola janeiris. Me alegra que hayas venido hasta aquí de tan lejos. Las fotos son del blog "Los viajes del César", tienes un enlace en este blog. C

César es un amigo de mi hijo que recorre el mundo en bicicleta. Esta vez ha ido por Tailandia, Laos y ahora está en Camboya. Las fotos son suyas.

Me paso por tu blog y un abrazo también para ti.

domingo, 01 junio, 2008

 
Anonymous Anónimo said...

Hermosas imágenes... ¿Puedo mostrarte un esperanzado siglo cambalache? Te invito a mi blog: www.siglocambalache.blogspot.com

sábado, 31 enero, 2009

 

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