(c) Luz
Sigo adentrándome en
el capítulo quinto del libro Intemperie de Jesús Carrasco y la angustia del humo y del
miedo me ahoga, me asfixia, me muero y siento que no hay resquicio
ni pequeña ventana, ni grieta , que pueda salvarme porque soy el
niño que huye de adultos malvados y como última esperanza, imagino al taciturno y silencioso viejo que piensa rezando.
Luz del Olmo
Etiquetas: Lectura de la Acequia, mis fotos, mis textos
13 Comments:
A pesar de lo penoso del paisaje el niño sin identidad permanece en su propósito.
Besos
martes, 08 octubre, 2013
Angustia pero sale vivo. Es una especie de rito de iniciación.
Me quedo en tu torre, espero que no me churrasquen como al niño de Intemperie.
Besos, Luz.
miércoles, 09 octubre, 2013
Angustia, pesar y temor me infunden tus palabras y con ese niño se refuerzan más.
Besos
jueves, 10 octubre, 2013
Recreación de las emociones del niño: es algo que consigue el autor, que nos implica.
jueves, 10 octubre, 2013
Me leí el libro nada más acabar nuestro maravilloso encuentro en Valladolid.
Es un libro asfixiante en emociones que se palpan y nos las transmite el autor con una mágia que conmueve.
Recomendable al 100%, no deja indiferente.
Besos.
Rita.
jueves, 10 octubre, 2013
Buenos días, Luz:
‘Intemperie’, es un relato que una vez iniciado hace que deseemos acompañar al chico en su huida, planeada desde “meses atrás”.
Queremos que consiga escapar del “ruido de aquel motor”, y del personaje despreciable.
Es un niño espabilado, valiente y generoso. A ver qué ocurre según avancemos en la lectura.
Un abrazo.
P.D.: ¡Buena foto!
jueves, 10 octubre, 2013
Pues si, recuerdo muy bien la angustia que sentí cuando me escapé de casa de mi madre a los 13 años...
viernes, 11 octubre, 2013
Gelu dice ¿meses? a mi me tomó 2 años preparar la huida segura y sin retorno. No todos los adultos eran confiables, muy por el contrario, además hay que hacer acopio de valor y poder de decisión.
En casos extremos como los del niño de este relato o el mio propio, un retorno a la casa después de haberse escapado, puede significar la muerte.
Se necesita mucha fuerza 1) para tomar la iniciativa y rajar cuando la ocasión se presenta, por que solo habrá una 2) planear la ruta de escape y alternativas y 3) tener bien claro a quien pedir ayuda.
Y sí, tienes razón mucha angustia y hacer todo eso, cuando el miedo te hiela la sangre.
Besos
viernes, 11 octubre, 2013
...pero sabes muy, muy adentro que al hacerlo estás actuando para preservar tu integridad como persona.
viernes, 11 octubre, 2013
y la de tu hermana menor... que en mi caso, me llevé conmigo.
Más besos
viernes, 11 octubre, 2013
Hola Luz, no estoy leyendo el libro, pero os sigo, parece interesante, terminaré leyéndolo en otra ocasión.
Estoy involucrada en el Club de Lectura del Juan I, una actividad de la Asoc. de Alumnos, ahora estamos con "La ladrona de libros".
Besos.
viernes, 11 octubre, 2013
El pasaje de la torre representa la tensión extrema en el relato, el culmen de la maldad. La venganza así está justificada.
Magnífica imagen, parece la torre de la novela.
Un abrazo.
viernes, 11 octubre, 2013
Llegar y detenerse en ese capítulo es como estar encerrado en esa torre sintiendo, como mismo siente el pequeño, todas esas emociones que nos describes...sobrecoge!
Un abrazo
viernes, 18 octubre, 2013
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