Que nadie se engañe
por su apariencia. El formato es pequeño, mas su contenido es
grande, muy grande. Como así son las llamas en las fotos de Javier
García Riobó que acompañan al incendio.
Pedro Ojeda Escudero, en este su
segundo libro de poesía, impregnado todo él de esa filosofía que
da el vivir y el reflexionar la vivencia de lo vivido, desea Echar
al fuego los restos del naufragio, de su propio naufragio,
no sin antes compartirlo con todos nosotros.
Esos restos que
devorarán las llamas según vayamos leyendo, los irá rescatando
cada lector o lectora antes de su quema, pues los versos, palabras
o párrafos que más nos atraigan, se quedarán con nosotros al
sentirnos reconocidos en ellos.
Yo rescato: Todo es
un otoño lento y Todo es un lento otoño y por mucho que duela
Algunas muertes son lección de vida. Me pregunto con el
autor : ¿Qué lámina / de agua/ es/ la última/ que podemos
retirar/ para que el mar/ deje de serlo?
Con las palabras que
más me identifico y dónde soy más náufraga están en su
prosa poética que comienza así: Todo en mi vida han sido
segmentos………para terminar:..Pienso , mientras vuelvo a
la estación para reanudar el viaje, que es mejor asumirse en todas
las contradicciones porque dentro de uno hay más líneas que la
recta.
La soledad, el amor, la
muerte de un ser muy querido y de todo lo que fue y ya nunca será y
otra vez el agua con esa acequia de su niñez que me lleva a la mía
porque aquella acequia sigue guardando el misterio de mi
infancia.
Pedro siente que él,
como náufrago, no está solo, que en ese barco con zozobra,
naufragamos unos cuantos y por eso exclama ¡A la
calle!....Fuera está tu mismo laberinto y el de los otros, ya
que lo queramos o no: todo es caos, el orden es solo la
explicación que nos damos ante el vértigo y parte de nuestro miedo
al desamparo, ahí nace todo, incluida la sociedad.
Gracias Pedro por
hacernos participes de tus vivencias en estos tiempos tan difíciles
que nos ha tocado vivir.
Luz del Olmo
Etiquetas: Libros de Pedro Ojeda
2 Comments:
Gracias a ti por tan bellas palabras. Un beso.
jueves, 05 junio, 2014
A mí me ha encantado encontrar y leer en papel algunos de los textos más conocidos, leídos y releídos de La acequia. Me parecen reflexiones más sólidas cuando están recogidas en un libro, sacadas de la superficialidad (solo aparente) de una pantalla.
Son reflexiones serias que requieren lectura intensa para descifrarlas en toda su significación. Como sus lectores ya estamos acostumbrados, algo habremos ganado.
Un abrazo.
miércoles, 11 junio, 2014
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