SE ACABARON LAS FIESTAS

Para mediados del último mes del año que hemos dejado atrás, empezaron las comidas y celebraciones. Después vino la lotería que no me tocó, pero eso no fue impedimento para comprar las regalos de Navidad e invitar a mis hijos a comer en el Mesón del Jamón que hay en la calle Alcalá, a la altura de Goya, dejo aquí bien escrita la dirección, porque Esther y yo comimos natillas en mal estado y cogimos una intoxicación alimentaria que nos tuvo a base de suero y "acuarius" durante casi una semana. En la cena de Nochebuena y comida de Navidad, nada de langostinos, ni cordero, ni turrón, ni mazapán...si acaso algún yogur y sin azúcar. En fin navidades en familia con regalos y sin comer.

Por esos días recibo un e-mail y siento que mi pasado vuelve hasta mi. Personas de otros países y de otros tiempos se acercan a visitarnos. Fiestas de bienvenida, canciones, comidas, cenas, regalos y sobre todo cariño, mucho cariño lleno de abrazos.

Un día libre para hacer un pequeño viaje y pasar una tarde con mi amiga burgalesa. Conocemos a la casi recién nacida Vera, vemos las luces de la ciudad y hablamos mucho y de todo.

Llega Año Nuevo y lo recibo con mis amigos de siempre en su casa de Móstoles. La cena, las uvas, el champan,los brindis, los fuegos artificales, los regalos sorpesa, la música y después visita a los amigos del pasado. Me acuesto alrededor de las cinco. Me lavanto para escuchar el Concierto de Año Nuevo, es una costumbre inexcusable, como las reuniones familiares de este primer día del año. Pasan los días con los amigos de aquí y de allí y sigo comprando. Despedida de los que se van hacia lugares más fríos y llegan los Reyes con los regalos y el roscón. Hoy es ya día siete y aún he tenido "romería".

En estas vacaciones muy poco de arte, menos de literatura, apenas música y casi nada de viajes, tan sólo algún paseo esporádico a la laguna.


¿Y las rebajas? Se me olvidaba que ya han empezado, pero de momento me niego a seguir comprando.