LA TUMBA DE PÍO BAROJA
Este sábado pasado, como es habitual en esta primavera, no hacia buen tiempo en Madrid, por eso decidí pasarme por el Cementerio Civil de la Almudea. Allí entre tumbas de personas ilustres de la política española : Salmerón, Pi y Margall, Pablo Iglesias, Dolores Ibarruri, Julián Besteiro entre otras, también proliferaban las tumbas con nombres alemanes, judios, algún japonés, rusos, polacos, americanos, itialianos, griegos y por supuesto españoles, con epitafios en todos estos idiomas, pero lo que yo iba buscando era la tumba de D. PÍO BAROJA, se lo debía por no haber leído su tercer libro AURORA ROJA de la trilogia "La lucha por la vida", ni en años muy pasados, ni ahora en esta nueva oportunidad que me daba la lectura colectiva de La acequia Así que cogí la cámara y la busqué.
Como podéis ver su tumba es de lo más sobría , sólo el nombre y las fechas de nacimiento y muerte. Como no se veía muy bien. Tomé esta otra foto.
Decidí ponerle unas flores
Y añadirle los libros que yo tenía en la estantería de mi casa.
D. Pío nada me dijo, como es lógico y natural, pero yo sentí que un poco mi deuda quedaba saldada y además pasé esa tarde de un sábado desapacible del mes de abril en completa paz. Pues aunque no lo parezca, eso es lo que se respira en un cementerio, sea católico o civil como es éste el caso.
(c) Texto y fotos: Luz del Olmo
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12 Comments:
a mí tampoco me disgustan los cementerios, también encuentro en ellos esa paz, yo creo que es por el silencio que suele reinar en ellos.
bonito detalle llevarle las flores y los libros.
biquiños,.
lunes, 08 abril, 2013
Como dice ALDABRIÑA, a mi también me gustan los cementarios y pararme delante de las tumbas de famosos escritores, músicos, etc. como el Père Lachaise de París que no se acaba NUNCA de recorrer... Yo también pienso que don Pío estará feliz con tus flores y sus libros. Un gran detalle :) Besotes, M.
lunes, 08 abril, 2013
Viendo su lápida, he recordado el entierro de Juan "Aurora roja".
"...Entraron los obreros en el cementerio civil, colocaron la caja al borde de la fosa y la rodearon los acompañantes..."
Un abrazo Luz.
lunes, 08 abril, 2013
Cuando voy a algún cementerio, siempre me acuerdo del verso sentencia de Bécquer: Qué solos se quedan los muertos. La soledad y el silencio llenan los huecos de los cementerios, no hay más que recuerdo para los vivos.
Excelente homenaje y original resumen de don Pío de una barojiana.
Un abrazo.
lunes, 08 abril, 2013
Seguro que el débito queda cancelado con la visita.
Un abrazo
martes, 09 abril, 2013
Su mundo era la realidad y serbia a aquellos que le amaban y a los que no le conocían y a los que lo desechaban y a los que le calumniaban. Era un ser muy especial que nunca pasara al olvido... No como otros, que esperan el cielo y a sus ángeles, haciendo el mal a diestro y siniestro; incluso algunos, con sotanas, que no quieren que el mundo evolucione para no perder ellos las prebendas y la buena vida, a costa del hambre que ellos crean en la tierra.
Hoy en su descanso eterno, ni siquiera le dejan en paz los carroñeros.
Un abrazo
Antonio
miércoles, 10 abril, 2013
Ya sabía que le ibais a hacer una visita a don Pío. Lo de los libros un buen detalle. Acabo de "enterrar" a Juan Alcázar en mi entrada. He puesto una foto de la tumba de don Pío sacada de Internet, pero las tuyas son mucho mejores.
Besos, hablamos.
miércoles, 10 abril, 2013
Pues fíjate...que a mi no se me ocurriría jamás ir a un cementerio de paseo aunque entiendo que el día gris y lluvioso te inspirara. Voy para lo justo y necesario que toma una ceremonia de entierro. ES que verás, yo soy muy perceptiva y siempre se me enreda en las piernas algún alma atormentada que anda por ahí, que no ha podido elevarse... Y todavía es soportable, pero cuando se me prenden al cuello y no me dejan respirar... ya es un poco más dificil para mi...
Pero bueno, supongo que de estar por ahí el eter o plasma de Baroja, se habrá puesto contento con tu visita. Besos
jueves, 11 abril, 2013
No entraría nunca a un cementerio, pero si sé que está la tumba de Pío Baroja, lo haría por rememorar su recuerdo. me ha gustado tu detalle.
Besos
jueves, 11 abril, 2013
No me gustan los cementerios nada.
viernes, 19 abril, 2013
A mí me encantan los "corrales de muertos", como los llamaba Unamuno. Cuando lo digo, hay gente que me mira como si fuese un depravado, pero no puedo evitarlo. Me da igual que sea el cementerio de una ciudad o el de el más miserable pueblo. Todos tienen su encanto. De niño recuerdo visitar en la fiesta de todos los santos el cementerio del pueblo de mi madre, en el Alfoz de Burgos, donde estaba la tumba de mi abuelo. Lo que más me llamaba la atención eran los huesos y calaveras diseminados por toda la tapia del mismo, antiguos moradores que habían dado paso a otros nuevos. Dejé de ir hace mucho, cuando la tumba de mi abuelo fue levantada para dar paso a otra. De los cementerios de España, me gusta mucho el de Polloe, con sus tumbas alargadas mirando al cielo, creyentes en Dios como los cipreses. En cuanto a D. Pío Baroja, tengo pendiente hacerle una visita, aunque solo sea por todo lo que he disfrutado con sus novelas. De todas ellas, me quedaría con "La busca", con ese Madrid criminal y miserable que también retrataron tanto él, como D. Blasco Ibañez en "La horda". Un lujo, leer a ambos.
sábado, 27 abril, 2019
Es increíble la cantidad de Historia que tiene el Cementerio de la Almudena, sea el Civil o el habitual. Como cualquier cementerio de España por pequeño que sea. Lo que siempre me ha sorprendido, es que las tapias sean tan altas, cuando los que están dentro no pueden salir y los de fuera no quieren entrar. Un saludo
martes, 10 enero, 2023
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