PATRIA DE FERNANDO ARAMBURO
Y aquella tarde de incalculable agua, todo se rompió para convertirse en llanto.
Venía ya de antes. Otros barros y estos lodos, se fueron enfangando más y más en la amistad mantenida en el tiempo, que acunaba las voces de la una y la otra, hasta resquebrajarse por completo.
De niñas soñaron con meterse a monjas y siguieron en la religión, vivida de distinta forma, hasta que ocurrió lo irremediable. Cuando se casaron, juntas permanecieron y los maridos prolongaron la amistad, compartiendo cartas, taberna y bicicletas. Las dos eran distintas en su forma de ser, sentir y pensar. Ellos más parecidos refugiándose en los silencios y el dejando que las amás tomaran, no sé si en apariencia, las riendas de las familias. Vinieron los hijos para jugar, ser adolescentes y después cada uno, de una u otra forma, ir conquistando su propio rumbo. La vida empuja en sus vaivenes a decidir, según las circunstancias y reacciones que cada persona va dominando, en el devenir de los acontecimientos que otros, quieren labrar para ti.
Bittori, es la matriarca fuerte que vuelve y se enfrenta a su tragedia, en el pueblo donde sucedió todo. La esposa clarividente que advierte a su marido de lo que acontecerá, según las pistas dejadas por sus enemigos. La mujer a la que su esposo oculta sucesos importantes, por no hacerla sufrir y porque sabe como interferiría en sus propias dcisiones. Es la que desea tener el control de toda la familia, aprobando y desaprobando a los novios o compañeras de sus hijos, pero también, es la madre que sabe cocinar para ellos porque le gusta tenerlos y sentirlos contentos. Y es en especial la ama que sufre con las reacciones de culpa por parte del hijo y con la ausencia y falta de respuesta por parte de la hija, cuando las lágrimas que reprime en público, son tan abundantes, como la lluvia de aquel aciago día, en el cual, vio cerrar la puerta de su casa por última vez, al hombre de su vida, sin entender nunca el porqué su único consuelo, ha de ser el seguirle hablando delante de una tumba.
Es una mujer valiente, con decisión y dignidad en los momentos difíciles que le ha tocado vivir. Sabe donde quiere ir y estar y qué es lo que tiene que hacer.
Miren, matriarca y controladora como su amiga de siempre, es quisquillosa, malhumorada, bastante infeliz y en el fondo y sin ella saberlo, insegura e intentando con su mal carácter, tapar su falta de asertividad. Religiosa en extremo, amiga y seguidora del cura Serapio, de los malos consejos, que arenga al pueblo en sus sermones de independentismo, es sin embargo, una ingenua en encontrar la solución a sus problemas en san Ignacio. Se nos muestra una persona fanática, cuando tiene que defender a su familia, porque está llena de miedos de todo tipo. Por ello, es incapaz de razonar y de ver lo que está ocurriendo a su alrededor y cómo le está afectando a sus hijos y marido. Su reacción, es imaginar y creer firmemente que ella tiene la razón porque se la quita a los otros. Todo es debido a causa de sus grandes complejos: de no ser rica, como su gran amiga, de no tener un marido capaz de progresar y dejar de ser un simple peón de fábrica, de no tener unos hijos con carrera.... Es una mujer frustrada y por ello toma el camino del grupo, de lo que le dictan otros, para esconderse en una persona sumisa, aunque no sea consciente de ello. Sí, es verdad que ante todo es madre, y, como madre que es, está con su hijo, potencial asesino o ¿no?, hasta la muerte.
Cuando llevo leídas ya casi las cuatrocientas páginas de esta novela, este es un poco mi resumen de cómo veo yo a las madres protagonistas de de esta novela que estamos leyendo.
Etiquetas: Fernando Aramburo, Lectura de la Acequia, Patria
5 Comments:
Como comentario esta nana que me he encontrado esta mañana buscando otra cosa.
https://youtu.be/CzBliSZyXDA
miércoles, 15 febrero, 2017
Estas dos mujeres son el centro de la narración: un matriarcado, también en lo emocional. Excelente. Gracias.
jueves, 16 febrero, 2017
El brazo ejecutor es el de ellos, los hombres, pero los pilares que sostienen el edificio, las que tejen las emociones que urden la trama, las que le ponen, para bien o para mal, la fuerza y el peso para que se sostenga incluso aquello que nos cuesta comprender, son ellas. Qué bien lo has contado.
Besos
viernes, 17 febrero, 2017
Son dos personajes parecidos y muy distintos. Por muy madre que sea no comprendo a Miren, seducida por unas consignas criminales contra una opresión imaginaria. Una locura colectiva...con palmeros de sotana o alzacuellos.
Un buen trabajo en torno a los dos pilares de Patria. Matriarca fuertes.
Besos hablamos.
domingo, 19 febrero, 2017
Ya sabes como me ha gustado la caracterización
que Fernando Aramburu hace de estas dos matriarcas.
Me alegra constatar que compartimos opinión.
Besos, Luz
PD- Me he demorado en comentar porque
he estado inmersa en la novela.
viernes, 24 febrero, 2017
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