Mi querida Gelu, perdona mi tardanza en escribirte. No lo he podido hacer antes, porque otras obligaciones y no necesariamente alegres, me lo han impedido.
Siempre soy yo la tardona en contestar a los correos, pero esta vez, has sido tú y compruebo con mucha tristeza, que nunca lo harás, al menos en el formato que teníamos por costumbre.
Te has ido y nos has dejado para siempre. En este ir y volver de escritos, supe de tu enfermedad, de tu familia, de tus estudios e investigaciones sobre el gran músico burgalés Antonio José. Por él viniste a mi blog y fue entonces, cuando nos conocimos de esta forma virtual, pues aunque intentamos vernos, al final no pudo ser.
Empezamos nuestra correspondencia a causa de aquel sobre que encontraste, donde su remite solo tenía una palabra: Pardilla. Después supimos quién había escrito la carta y eso me dio la idea para seguir con la continuación de mi novela La fuente de los pájaros.
A veces son casualidades y otras no sé en realidad el qué, pero es cierto que yo no arrancaba con el segundo libro y fue hace apenas tres meses, cuando sentí el deseo de hacerlo, casi al mismo tiempo de ese mi último e-mail que se ha quedado sin respuesta.
Hoy 26 de marzo, en una fecha también importante para mí, te escribo para decirte que, a pesar de tu ausencia, siempre, siempre te recordaré.
Luz
Etiquetas: Gelu, Penélope aguarda en Itaca
3 Comments:
Una carta muy emocionante. Yo no sabía nada de la enfermedad de Gelu,
lamento su partida y siempre la recordaremos. Justo hoy me reintegro a los blogs,
después de mi larga ausencia.
Beso muy grande
(Me alegré de verte en Madrid, aunque fuera breve)
martes, 26 marzo, 2019
Gelu nos inspiró y su recuerdo seguirá inspirándonos. Una carta muy especial.
Besos
miércoles, 27 marzo, 2019
Un bonito recuerdo. Y merecido. No la olvidaremos.
miércoles, 27 marzo, 2019
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