miércoles, febrero 05, 2020

POETA EN NUEVA YORK- FEDERICO GARCÍA LORCA




Si algo me ha inspirado para escribir poemas o textos poéticos,  ha sido precisamente  el  libro  Poeta en Nueva York, y ,  a ello contribuyó,  el caminar por la ciudad neoyorkina  con este magnifico poemario del poeta  granadino, en aquel noviembre de 1991,  para descubrir cómo García Lorca se  se siente Asesinado por el cielo, con Aquellos ojos míos de mil novecientos.. para comprender y saber  que   ellos, los negros, Odian la sombra del pájaro o  Con una cuchara de palo  le arrancaba  los ojos a los cocodrilos, porque yo no tuve valor para pasear, ni tan siquiera en coche, buscando  El rey de Harlem, hasta discernir la Balada de la Gran Guerra.....

Entonces me fui y  en compañía de los tres amigos comenzamos a caminar  en lo alto,  luchando con la luna, por la  terraza de las modernas y malogradas Torres Gemelas, esa  luna que no vi,  porque  desde allí,  se divisa  el  paisaje de la multitud que  enamora  y vomita  y también orina, pero tú, el turista sientes el crepitar de las calles  trepidantes,  sin saber si el   asesino va o vuelve entre todas las sombras,  a las que nunca visita el sol, hasta  encontrar esa esponja gris que lleva en sus agua el Hudson y es que nadie, nadie duerme por el mundo.....


Y así quisiera seguir en un libro que titulé Un invierno en Nueva York y que se quedó en uno de los muchos proyectos que duermen y sueñan su  tiempo en  un ordenador, para hoy, desempolvarlos y escribirlos en este Acorde azul. 


Os dejo  dos poemas  que escribí, quién sabe si en  1991 o quizás ya en el 1992, porque tengo la mala costumbre de no fecharlos.  Estos dos en concreto, son inéditos.   Hay otros,  que sí fueron publicados y   los pondré en las siguientes entradas. 




Asesinado por el cielo
                                                                                Poeta en Nueva York
Federico García Lorca 

Asesinada por el cielo
y el neón del Empire State,
por los cristales que matan
entre cuchillos de amianto 
la luna, las estrellas 
y el sol pro venir.

Asesinada por el cielo 
en Brodway con la calle 32.


Yo estaba en la terraza 
luchando con la luna.
Poeta en Nueva York
Federico García Lorca 



La luna que no vi.

Solo luces
como cuerdas infinitas
de mariposas circunflejas

¡Nueva York a mis pies!

Cuando el sol
desnudaba a la noche
con la llama artificial
pensé‚ en ti y grité:

¡Libertad, Libertad!

Pero todo quedó inmóvil.

Como la estatua.




Etiquetas: ,

10 Comments:

Blogger Myriam said...

Qué bueno que desempolvaste este recuerdo
con poema incluido bajo la inspiración de
esa vibrante ciudad y el gran Federico García Lorca.

Besos, Luz

miércoles, 05 febrero, 2020

 
Blogger Sor Austringiliana said...

Las flechas de piedra acribillan el cielo y lo asustan, se esconde y nos asesina. Federico se sintió como una mariposa ahogada en un tintero. De su angustia salió una obra maestra, dw ese mismo tintero.
Gracias por acompañar al poeta, qué mejor que otro poeta. 😘

miércoles, 05 febrero, 2020

 
Blogger La seña Carmen said...

Nunca he estado en Nueva York y no sé si alguna vez iré, pero me gusta este paseo tuyo, que bien podría haber sido el mío, pero sin versos propios.

miércoles, 05 febrero, 2020

 
Blogger Pedro Ojeda Escudero said...

Siempre es ocasión para recuperar el libro dormido. García Lorca es una gran compañía siempre.

domingo, 23 febrero, 2020

 
Blogger lavelablanca said...

Leyendo el texto, no se sabe bien si viviste el libro o viviste la ciudad o no distinguías bien dónde estaban los límites.

En todo caso, es una Nueva York impresionante.

¿Volverías?

Abrazos.

domingo, 23 febrero, 2020

 
Blogger Ele Bergón said...

Myriam, pues sabía que tenía inacabado este poemario y al recordar a García Lorca y a Nueva York, lo he vuelto a retomar.

Me imagino que tú, con lo viajera que eres, ya habrás visitado más de una vez esta trepidante ciudad que tanta impresión le produjo a García Lorca.

Besos

lunes, 24 febrero, 2020

 
Blogger Ele Bergón said...

Mª Ángeles, me encanta la imagen de la mariposa ahogada en el tintero y dice tanto... y así todo el libro. Leerlo despacio, como haces tú, te llevará tiempo, pero seguro que le sacas todo el jugo, como siempre haces.

Besos

lunes, 24 febrero, 2020

 
Blogger Ele Bergón said...

Carmen, creo que Nueva York, cada uno lo vive y lo siente, como casi todo, de una forma diferente. Todavía tienes tiempo de darte una vueltecita por allí. A mí me gustó y creo que me ayudó a comprender mejor el libro de Lorca, pero me dije a mi misma, que no me gustaría vivir para siempre en esta ciudad.

Besos

lunes, 24 febrero, 2020

 
Blogger Ele Bergón said...

Pedro, después de volver a leer por enésima vez este libro que ahora nos tocaba para el club de lectura de La Acequia, he recordado el poemario inacabado que comencé a escribir. Si por casualidad lo publico, te daré las gracias.

Besos

lunes, 24 febrero, 2020

 
Blogger Ele Bergón said...

Ignacio, tengo la impresión que en mi corta estancia en Nueva York, viví la ciudad y el libro en un todo y a la vez ¿o quizás no? ¡Quién sabe! Lo que sí te puedo decir que todo lo sentido,se quedó imborrable para mí. La ciudad es tan especial como el libro que la refleja, donde los sentimientos y emociones se van sucediendo de una forma vibrante y vertiginosa.

Besos

lunes, 24 febrero, 2020

 

Publicar un comentario

<< Home