LOS JARDINES
En las diferentes casas que he vivido, sólo en esta última en la cual habito ya por un largo tiempo, me llegó la hora de tener un jardín.
A veces y en especial cuando comienza la primavera, este pequeño remanso de paz se llena de flores y algunas perviven en sus años, cómo es el rosal con sus rosas de este color. También crece una parra que da uvas blancas, pues se empeñó en plantarla mi hermano Victoriano para ir creciendo sin prisa, pero sin pausa, cómo así también lo hace un pequeño lilo con lilas en su color. A ras del suelo son los lirios morados los que me van anunciando, año tras año, qué el invierno empieza a dar paso a la primavera, cómo así también lo hacen, las pequeñas y olorosas violetas, cuando suelen nacer a su libre albedrío y se encuentran entre las juntas de las pizarras y piedras pequeñas qué habitan en el suelo, dónde la tierra es su sustento, para seguir los ritmos de las estaciones que vienen y van.
Hace ya muchos años también teníamos un cerezo con sus cerezas rojas y un almendro que se llenaba de flores blancas por el mes de febrero. No obstante, cómo las plantas también sienten, ese es mi parecer, las yedras que forman las pequeñas fronteras entre jardines siguen creciendo a ambos lados y en especial lo ha hecho una higuera que luce enorme en su ramaje. Es por ello, qué esta higuera me tiene entretenida, cuando a finales de agosto, es imprescindible barrer la acera que da al parque infantil, pues los pájaros picotean el dulzor de los higos y luego los tiran en el asfalto.
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También me gusta tener tiestos, en especial geranios de diversos colores y eso depende de mis ganas por plantar, allá por primavera, las diferentes flores que son capaces de sobrevivir hasta el invierno, para ello, procuro taparlas y protegerlas de las heladas, porque se pueden quedar sin vida, cuándo en el invierno viene la nieve y también la escarcha para dejarlo todo blanco.
Por fortuna Madrid está llena de parques y jardines y los pueblos de alrededor también. En Velilla de san Antonio, existen bastantes de estos jardines pequeños bordeando las casas de cuatro alturas y también un parque grande con el nombre de Catalina Muñoz, en memoria de una mujer rica y buena, según me lo han ido refiriendo las personas que la conocieron para coincidir en sus versiones.
(c) Fotos y texto: Luz del Olmo Veros
Etiquetas: . Luis Cernuda. Mis fotos. mis textos


4 Comments:
Me doy un paseo por tu jardín, con permiso. Es una suerte, casa con jardín. Haz fotos cuando esté en su mejor momento, lo agradeceremos tus visitantes. Ahora es tan fácil sacar el móvil y...
Besos
jueves, 30 octubre, 2025
Sor Austri, mi jardín en esta época no está de lo más florido y mucho menos en este año. Cuando llegue la primavera, ya lo pondré con más colorido.
Besos
jueves, 30 octubre, 2025
Echo tanto de menos el jardín de mi infancia...
sábado, 01 noviembre, 2025
Pedro, sin embargo yo en mi infancia no tuve jardín, pero sí tenía todo el campo muy cerca de casa dónde crecían las plantas al ritmo de las estaciones del año.
Gracias por pasarte por aquí
Besos
domingo, 02 noviembre, 2025
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