viernes, septiembre 07, 2007

Esto lo escribí cuando llegué con Elvira, Luis y David a Cabezón de la Sal, cuna de Matilde de la Torre



Dedicado a mi querida amiga Ino

Hoy he venido a verme.

Los castaños y las dos altas
y centenarias secuoyas siguen aquí.

Sólo ellos y ellas me han reconocido
en mis paseos de pensar y tomar notas.

El resto ha cambiado y nada tiene que ver
con un pasado que ya no existe.

Los niños, otros, siguen jugando.
Uno, pequeño, se ha caído y llora.

Recuerdo ahora a los de entonces
cómo también jugaban y lloraban

A ellos dediqué
todo mi pensamiento y tiempo.

Y a mi atormentada amiga Concha Espina ,
siempre quise transmitirle la paz y belleza
de estos valles y colinas de Cabuérniga.

1 Comments:

Blogger PMT said...

Um fuerte abrazo para la amiga Ino.
pmt

lunes, 10 septiembre, 2007

 

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