Esto lo escribí cuando llegué con Elvira, Luis y David a Cabezón de la Sal, cuna de Matilde de la Torre
Dedicado a mi querida amiga Ino
Hoy he venido a verme.
Los castaños y las dos altas
y centenarias secuoyas siguen aquí.
Sólo ellos y ellas me han reconocido
en mis paseos de pensar y tomar notas.
El resto ha cambiado y nada tiene que ver
con un pasado que ya no existe.
Los niños, otros, siguen jugando.
Uno, pequeño, se ha caído y llora.
Recuerdo ahora a los de entonces
cómo también jugaban y lloraban
A ellos dediqué
todo mi pensamiento y tiempo.
Y a mi atormentada amiga Concha Espina ,
siempre quise transmitirle la paz y belleza
de estos valles y colinas de Cabuérniga.
1 Comments:
Um fuerte abrazo para la amiga Ino.
pmt
lunes, 10 septiembre, 2007
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