Qué triste estaba el camino
el camino de la tarde.
Nadie lo paseaba
ni la hierba seca, ni un pájaro
ni un árbol. Nada.
Sólo la soledad lo acompañaba
y la mirada de una niña
asomada a la ventana.
(c) Luz del Olmo
Foto y texto
De mi libro: Juegos de Luz
Etiquetas: . Mis fotos. mis poemas
6 Comments:
Eso nos parece, pero la vida sigue ahí, invisible, diminuta en el camino.
sábado, 04 abril, 2020
Es un aguantar la respiración para seguir vivos.
domingo, 05 abril, 2020
Nos asomamos a la ventana.
martes, 07 abril, 2020
Carmen, aunque nosotros estemos confinados, la vida no se detiene. La Naturaleza no solo somos los seres humanos, hay muchos otros seres que ocupan su espacio.
Besos
martes, 07 abril, 2020
Pedro, supongo que será el instinto de supervivencia que nos hace seguir adelante, adaptándonos a las circunstancias.
Besos
martes, 07 abril, 2020
Abejita, menos mal que siempre tenemos una ventana. no solo para que entre el aire, también para poder mirar por ella el horizonte.
Besos
martes, 07 abril, 2020
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