NUNCA LEERÁS MI CARTA
Nunca leerás mi carta,
ni contestarás a ese número tan largo
que acortaba las distancias.
Pasarán las estaciones
y llegado el verano,
será inútil esperarte.
Estará sólo en mi recuerdo:
tu sonrisa cálida,
la charla abierta
y el coqueteo en quitarte las gafas
cuando hacíamos una foto.
Nunca leerás mi carta
y en vano buscaré
tu ilusión y alegría
cuando visitábamos
algún nuevo rincón de España.
Nunca volverá:
tu delicada prudencia
para no permitir,
que algo me molestara.
¿Cómo olvidar nuestra estancia
en tu casa de Borisov?
Esa casa tan pequeña,
con alfombras en las paredes
a la que tú tanto mimabas.
Tu frase favorita:
¿Sabes Luz?
-¿Sabes Luz que no me encuentro bien?
Tengo fiebre por la tarde.
Y la fiebre siguió aumentando.
Hace menos de dos meses
hablé contigo.
Estabas triste, muy triste,
porque el mal aún seguía ahí
y noté tu cansancio.
Te alegraste, como siempre,
de oír mi voz
y creí dejarte más tranquila.
-Lo voy a superar.
Estoy segura que lo voy a vencer.
Esta vez , Elena, no pudiste
y eso que te he visto
cómo salías airosa
de las malas situaciones.
Después vino el silencio.
Imposible hablar contigo.
Sé que soñaste con un ramo de flores.
El silencio seguía.
Retrasé mi carta.
No encontraba las palabras,
y el mismo día que tú nos habías dejado
la escribí.
Por eso, la punzada del dolor
es más aguda,
al saber, ¡qué nunca recibirás mi carta!
(c) Foto Mariano Plaza y texto: Luz del Olmo
Etiquetas: Mis poemas. Elena Diátlova
2 Comments:
Qué hermoso y sentido poema epistolar.
domingo, 10 mayo, 2020
Recordamos para que no mueran del todo.
domingo, 10 mayo, 2020
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