Ahora
suena el teléfono
Luis Ángel Lobato.
No te puedo olvidar
ni tan siquiera
cuando miro el humeante
y polvoriento asfalto
del medio día.
Mi mirada y esperanza
se dirigen a ese
teléfono
porque es ahí,
donde más siento
la afonía de tu
ausencia.
No puedo despertarme
del sueño de sombras
opacas
-obsesión, de mi propio
existir-
Confluencia de arroyos
en la desesperación
de otros iguales a mí.
Y no sonrías.
También por la puerta
de tu habitación
se están infiltrando
caminos
con diferentes
tonalidades
donde puede que ya no
viva
ese azul
que tanto fue nuestro.
(c) Luz del Olmo Veros
Etiquetas: Brillante. Luis Ángel Lobato, Lectura de la Acequia
3 Comments:
Seamos optimistas, el azul no puede convertirse en negro teléfono.
miércoles, 10 mayo, 2017
Un teléfono que no suena y un grito.
Desamor, ausencia, todo así.
Azul, más azul.
jueves, 11 mayo, 2017
Poema de la añoranza de tiempos de comunicación... Glosa más que acertada.
jueves, 11 mayo, 2017
Publicar un comentario
<< Home