Creo que la última vez que vi a Luis Eduardo Aute en concierto, fue hace unos cuantos años, pero no muchos, en el Centro Cultural Eduardo Chillida de Moratalaz.
Mi amigo y gran poeta Teodoro Rubio, que mantenía una gran amistad con el cantante, lo había convencido para que diera un recital de canciones, con el fin de recaudar fondos para su ONG CANDÁS. Aute, no se lo pensó y nos dio un gran concierto que aplaudimos a rabiar.
Para el final dejó Al alba, que todas las personas allí reunidas le pedíamos con nuestras voces y aplausos. Fue tan emocionante, que siempre lo recordaré.
Desde aquí, mi más sincero pésame a toda su familia, en especial a su hijo Pablo.
Etiquetas: Luis Eduardo Aute. Mis textos
6 Comments:
Ya lo creo que tuvo que ser emocionante el concierto que nombras.
La cercanía de cantautor y canciones no tiene parangón con los discos.
Abrazos.
lunes, 06 abril, 2020
Se nos ha ido una voz verdadera.
Besos.
lunes, 06 abril, 2020
Al alba, una historia de amor y un crimen.
martes, 07 abril, 2020
Ignacio, ¿cómo estás? Si pasas por aquí, te imagino bien y eso es lo importante en los tiempos que corren y me alegro.
Efectivamente el concierto fue muy emocionante y lo repito: Inolvidable.
Un abrazo
martes, 07 abril, 2020
Abejita, dices bien, una historia de amor y después, unos fusilamientos que todos recordamos.
Besos
martes, 07 abril, 2020
Pedro, parece ser que Aute, fue sobre todo, un hombre libre. A él no le conocí personalmente, pero si tengo amigos que estuvieron cerca de él. Tuve una pequeña amistad con su hijo Pablo. También es especial. Hoy me han dicho que está completamente hundido.
La vida que va y viene.
Besos
martes, 07 abril, 2020
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