MÁS DE UN COMPÁS
Cuando tenía cuatro años, me cuentan cómo me llevaron al convento de La Vid porque mi hermano Rafael, cantaba misa y se convertía en sacerdote.
Y sí, aunque no me creáis mucho, puedo decir que algún recuerdo de entonces, se ha quedado en mi memoria. En concreto la anécdota de cómo iba yo con mi rebeca supongo que algo vieja y me la cambiaron por otra, más nueva y vistosa. También me han contado, los que vivieron esa experiencia conmigo, que los frailes me llamaban "la pos". Parece ser que esa era una de mis muletillas de niña, que no ha quedado en mi memoria.
Por supuesto a este lugar he vuelto con una cierta frecuencia. Y tengo que decir que además del hermoso edificio que poseen, la congregación de los Padres Agustinos, claustro incluido, del siglo XVI, con una bóveda de crucería, también es digno de visitar, su altar mayor con una virgen del siglo XIII, donde unos espejos permiten observar la escultura, desde distintos puntos de vista. También pido que me dejen subir y bajar por una escalera románica en piedra, que es una maravilla, pero de lo que estoy más enamorada, es de su magnífica biblioteca. Allí el padre Serafín, nos ha mostrado algún libro más de los que enseñan al público que desea visitarla.
Los alrededores son también muy bellos y acogedores, en la alameda que circunda todo el Monasterio, acompañando al Duero, con su huerta y lugares donde pasear, respirando el aire limpio, lleno del sosiego y paz.
Pero, siendo sincera, he de escribir que el claustro que más me ha impresionado, es sin duda el llamado de San Juan de Dios, en Soria. Allí, siento encontrarme en un lugar muy especial, entre el recinto de sus columnas y aunque he visitado bastantes de estos claustros que abundan por diferentes lugares de la tierra donde nací, éste es mi preferido.
2 Comments:
De La Vid al románico soriano y San Juan del Duero y esa fascinación por hacerse una foto en ese arco que se sostiene solo.
Bellos recuerdos.
viernes, 05 abril, 2024
Para mí no hay claustro como el de Silos, pero ese de San Juan del Duero tiene algo muy especial: mira al becqueriano Monte de las Ánimas.
La infancia es nuestra patria más verdadera. He imaginado a los frailes de la Vid corriendo tras una niña de rebeca rosa de mucho pelo. Pos, ven aquí.
Conozco la Vid pero no nos enseñaron la biblioteca, aunque íbamos con catedráticos de universidad, no estaba no sé quién.
En la Vid hay un barco suspendido en el aire, un recuerdo al famoso galeón de Filipinas, eso no lo he olvidado. Eso y la Virgen rodeada de uvas doradas.
Besos
viernes, 05 abril, 2024
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