viernes, mayo 03, 2024

MÚSICA CLÁSICA

 


                                                MÚSICA                                                                              

La música es un juego,

de el aire con el tiempo.


La música es la paz.


La música es instante

indescriptible y bello.


La música es abril.


La música es la sombra 

de recuerdos inciertos.


La música es el mar.


La música es la nada

tan llena de silencios....


La música es la luna

que sale a pasear.




No recuerdo si alguna vez las monjas agustinas con las que estuve estudiando, desde los diez hasta los dieciséis  años,  me llevaron  a algún concierto de música clásica; posiblemente no lo fue, porque sí   está en mi memoria, ir al  cine  y  ver la película Rayo de luz,  interpretada por la ya famosísima Marisol, saliendo a saludarnos de forma presencial. También recuerdo como hice el álbum de cromos, de esta película, que por aquellos años de los  sesenta, eran nuestros entretenimientos.  


He olvidado cuando fue la primera vez que vi de cerca y en directo todos los instrumentos musicales de una orquesta, pero sí está en mi memoria el  ir  al Auditorium de Madrid, para escuchar en vivo y en directo,  la música llamada clásica, de los   grandes compositores. La última vez fue en el año que hemos comenzado y disfruté mucho yendo con mi hijo Julio.  


Las entradas nos situaron detrás de la orquesta  y fue una delicia el estar allí,  no solo por las obras inmortales que estaban tocando  de los  grandes compositores que en el mundo han sido, sino también, porque al estar detrás de los músicos, contemplas muy bien, cómo el director dirige a su orquesta, viéndole de frente y cómo se van alternando estos músicos con sus diferentes instrumentos,  para luego formar esas maravillosas sinfonías que permanecen a lo largo de sus siglos.


Hubo un tiempo, ya lo he dejado escrito por aquí,  que las notas de la música  clásica, inundaban nuestras vidas, con aquellas cintas de casete que tanto utilizábamos, mientras hacíamos las tareas rutinarias del día a día, pero ahora, en nuestros siglo XXI,  han llegado a ser reliquias, de un pasado no tan lejano, sustituyéndolo  por otros soportes, en una velocidad nunca imaginada, donde los deseos están al alcance de nuestra mano,  sin darnos tiempo al reposo.


Siempre fue y lo sigue siendo, uno de mis compositores favoritos Johannes Bhrams,   con sus Danzas Húngaras y   su Primera  Sinfonía, también el melancólico Chopen y  es que el piano, ha sido y es mi instrumento musical favorito.  Por ello, una de mis mayores frustraciones, es no saber tocarlo.  De casualidad, tengo un   órgano electrónico en casa y antes hubo otro que ahora mora en el cuarto de los trastos viejos y eso que es una joya labrada a mano por  mi marido en sus  ratos libres. Es  por  todo ello que  de vez en cuando, intento tocar esas melodías tan simples como son las de Muñequita Linda o aquel  Frère Jacques, que en un tiempo tuve  que aprender cuando estudiaba ese Magisterio que no me dio su  título.

El tiempo pasa, la vida sigue, pero la  buena música,  permanece eterna.



(c) Texto y fotos: Luz del Olmo Veros

   

(1) ( Poema copiado de mi libro de poemas: Pequeña música para la luna,  publicado en el año  2008 en la editorial Verbum).


1 Comments:

Blogger Sor Austringiliana said...

Música es el arte de combinar los sonidos con el tiempo. Así me lo enseñaron a mí, como también leímos a Fray Luis con la música de las esferas. Todo.
La luna sale a pasear.
Besos

sábado, 04 mayo, 2024

 

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