miércoles, agosto 17, 2022

RITA TURZA - NÁUFRAGOS Y LA PIEL DEL OTRO

 


Mi querida Rita, hace tiempo que me mandaste estos dos  libros de poesía y en  una mañana calurosa de agosto, quiero escribirte  unas palabras donde dejar mis  impresiones, después de leerlos en sus dos lecturas. Una más rápida y otra más lenta, para así degustar mejor  tus versos.

Empiezo por  el  Preámbulo  que te escribe Luis Cuesta en Náufragos, donde resume con mucho acierto, los versos que encontraremos en las páginas siguientes, mencionando a los grandes náufragos que en la literatura han quedado inmortalizados, para finalizar diciendo: "Mas hoy, y ahora, sus cuerpos y sus almas encontraban el consuelo de los besos y las caricias que el mar y la distancia se habían tragado". 

Y al continuar leyendo tus poemas, me doy cuenta que ya en su título están contenidos los versos  donde has decidido naufragar con la otra persona, en la  isla desierta de tus sueños, porque quieres ser  faro,  estrella y luciérnaga en la  niebla del invierno, susurrando el nombre del amado, en el lugar más bonito del mundo, para compartir  los días de risa  y otros, donde todas las calles andan sin salida porque te perdiste, al perderlo a él. Pero... no es fácil llegar al olvido si se nada a  contracorriente y a pesar  de que puede llegar el cansancio, el deseo es más fuerte porque aunque el corazón se muera, el amor sigue  adelante, en el ansia de llegar a tierra firme, meta última de todas las personas  que , de una u otra forma,  hemos naufragado en este mar que  nos va envolviendo la vida.

El  erotismo de este  libro, se lee, se siente y se  disfruta en cada poema que has sentido y luego, has escrito.

Enhorabuena  Rita por tus versos.


La Piel del otro, la comienzas con un poema de Gonzalo San Ildefonso, donde la distancia, el mar y el cielo  azul, vuelven a estar presentes  en ese sentimiento  "desnudando cuerpos que se entrelazan" , pero su  lectura me resulta más pausada,  contenida y madura y  sin embargo,  sigue siendo  erótica como bien lo anuncias en Treinta minutos, porque la experiencia se encarga de hacer "nuestras propias costuras". 

Te encuentras en otro lugar, en otra tierra distinta, donde la lluvia, tanto dentro como fuera, te hace madurar sin impedir seguir amando, siendo consciente de lo efímero que es el tiempo y  con ello también la vida, recordando a las personas importantes que ya  se fueron y nunca volverán. 

Sí, es difícil acostumbrarse a las ausencias  y así voy notando en la lectura de  tus versos, que vas dejando atrás el ímpetu, con el cual remaste en tus  palabras cuando escribiste Náufragos, aunque de  vez en cuando vuelvas a ellos  como en el poema "Ciudad esmeralda".

Malos tiempos vinieron para la lírica y en especial para la libertad que tanto nos ha dolido y de ello has dejado huella en  algunos de los últimos poemas de  esta Piel del otro.

Enhorabuena por los dos libros.

Un abrazo fuerte.

(c) Texto y fotos: Luz del Olmo





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