LOS PAZOS DE ULLOA
Ayer por casualidad, pasé por el Ateneo de Madrid y en la galería de retratos, después de subir las escaleras de la entrada, lo primero que vieron mis ojos, fue el retrato de doña Emilia Pardo Bazán, destacando entre todos los hombres ilustres. La pude hacer esta foto, antes de que me llamaran la atención. Espero no ser sancionada por ello.
Ella fue la primera mujer en dar una conferencia en tan prestigiosa casa y
también tiene el título de ser la primera mujer socia de número del Ateneo de Madrid
Recorte de prensa del diario La Época (15-02-1905), que destaca la noticia de su admisión como primera mujer socia de número.
Incluso tiene una pequeña sala que lleva su nombre
https://www.ateneodemadrid.com
Doña Emilia Pardo Bazán, pionera como mujer en muchos aspectos, también lo fue describiendo la cruda realidad de lo que ocurre en Los pazos de Ulloa, donde lo instintivo, lo brutal y Primitivo, está contado una enorme aspereza, dejándonos un final, donde parece que ha triunfado lo peor del ser humano y ha quedado vencida, la bondad, la cobardía y la inocencia. Aunque todo ello seria muy largo y discutible.
Estas son las palabras finales de la novela " Los pazos de Ulloa, que nos incitan a seguir leyendo su continuación en " La madre naturaleza"
Mientras el hijo de Sabel vestía ropa de buen paño, de hechura entre aldeaño acomodado y señorito, la hija de Nucha, cubierta con un traje de percal, asaz viejo, llevaba los zapatos tan rotos, que puede decirse que iba descalza.
Paris, marzo de 1886 Emilia Pardo Bazán
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