Si hay un instrumenteo musical que tengo por favorito, ese es el piano. Siempre me gustó y quise saberlo tocar, pero cómo tengo un oído enfrente del otro, al intentarlo alguna rara vez, se ha quedado en mi frustración.
En Velilla de San Antonio, hace unos cuantos años, cuando yo era profesora, la que fue Casa de Cultura y ahora es Casa de la Juventud, la transitaba de lunes a jueves, para dar clases en la Escuela de Adultos, situada en la parte de arriba donde había y hay dos aulas que compartía con mi compañero Jacinto, al que recuerdo con especial cariño y mientras yo enseñaba a leer y escribir a personas que, por distintas y variadas circunstancias, no habían tenido la ocasión de hacerlo y otras que deseaban sacarse el título de Graduado Escolar de aquella época, mis alumnas y alumnos se convetían en una gama de edades, con asignaturas que iban desde las personas mayores a los adolescentes y desde las primeras cartillas para aprender a leer y escribir, a formar alumnas y algún alumno, que querían sacarse un título de Formanción Profesional.
Mientras yo iba enseñando, o al menos lo intentaba, oía cómo en el salón de abajo, donde también se celebraban actos culturales, Rodolfo García Serrano (Roel), les daba clases de piano a los niños y niñas que querían aprender este instrumento musical. Por aquellas fechas, para mí era un oasis, escuchar desde arriba, las notas musicales según iban aprendiendo niños y niñas de diferentes edades.
Fueron años bonitos y la amistad con Rodolfo todavía permanece, aunque ese "tenemos que vernos y tomar algo", a veces se alarga en el tiempo, pero sé que nunca nos olvidamos y nos tenemos en el recuerdo.
Cuando estudié el Magisterio que por circusntancias familiares no pude acabar, aquello de aprender a tocar la flauta, era un martirio para mí, aunque sí tengo en la memoria el soniquete de " los pollitos dicen, pío, pío, pío". ...Yo creo que al final, me aprobaron por ser una asignatura de las llamadas "Marías", pero eso no impide que yo siga disfrutando con la música, en especial la clásica.
La foto está hecha desde el lugar donde escribo esta especie de diario y aunque tengo un teclado, que un día me colocaron en el lugar donde suelo teclear en el ordenador, no soy capaz de enlazar una melodía que suene con un ritmo algo aceptable. Eso no impide que me guste la música y en especial, la música clásica y si está interpretada solo en un piano, como son algunas de las las melodías de Chopen o Branhms, bien puedo aplicar el refrán: Miel sobre hojuelas.
(c) Texto y fotos Luz del Olmo Veros