En este mes de marzo, el club de Lectura de la
Acequia, dirigido por el profesor Pedro Ojeda Escudero,
nos ha propuesto leer El Solitario, de Concha
Méndez y es entonces cuando recuerdo haber leído el libro:
UNA MUJER MODERNA
Concha Méndez en su mundo (1898-1986)
EDICIÓN DE
JAMES VALENDER
PUBLICACIONES DE LA RESIDENCIA DE ESTUDIANTES.
por ello,
vuelvo a la biblioteca María Moliner de Velilla de San Antonio, porque en
su día, me pareció muy interesante para conocer la vida y la obra de esta
autora y el tiempo de las principales protagonistas de la famosa y muy conocida
Generación del 27.
Según voy pasando sus páginas, voy recordando cómo ya
en su PREFACIO, el libro se origina en un coloquio internacional, sobre la vida
y obra de CONHA MÉNDEZ, organizado en la Residencia de Estudiantes, celebrado
en el Madrid de 1998.
En el libro hay artículos escritos por la autora,
donde nos va contado todo lo que piensa y siente en lo que se refiere a
su vida, viajes, exilio, amistades y también sus opiniones sobre la
literatura, el cine y teatro ... porque ella escribe en todos los géneros literarios, tanto del mundo adulto, como también de lo llamado infantil.
A todo ello, esta biografía de la escritora madrileña, incluye
también, una serie de entrevistas a la polifacética creadora, en algunas sin constar su autor, pero siempre vertiéndonos su forma de pensar,
de sentir y de ser, con el aporte de cómo la ven sus
propias contemporáneas amigas y también amigos de aquellos finales de los
años 20.
Por supuesto, nos habla de su obra EL SOLITARIO y esto
es lo que opina, de una forma muy resumida:
Después de citar a Calderón de la Barca y
su famosísima obra La vida es sueño, nos dice que es -hallazgo
de título como no vi igual-, está la esencia más profunda del alma de España.….
Para mí la vida es sueño y también soledad, tema esencialmente español y por lo
tanto universal, porque los pueblos en su esencia se confunden y se
complementan.
El Solitario de mi obra nace aislado en una torre de
tierra adentro, un campanario abandonado, y lo acompañan, de por vida desde su
iniciación: Las Horas, sus hermanas; el Tiempo, su padre; la Luz, su madre; y la
yedra y un rosal, que entran por la ventana para asistir el acontecimiento de
su venida al mundo. Llegada a su segunda etapa, o sea su juventud, en otra
torre, en el mar, su compañía es: Las Estaciones, sus amigas; su Destino; y
personajes como su Pasado y su breve amor, que le ayudó a buscar su propia luz,
o sea su propia madre. Pero como dijo Óscar Wilde, siempre matamos lo que más
queremos. El hombre irá a buscar su amor e irá en busca de la soledad. Ésta es
la tercera y última etapa del proceso teatral que compone el tríptico. Este
tema de la soledad tiene, como ya dije, una raíz antigua, como puede verse a través
de nuestra literatura. Todo español es un eterno solitario, por eso le es tan
difícil la convivencia.
No he podido leer el libro, pero estoy deseando que mi
librera me llame para poder hacerlo y ya daré mi opinión.
© Texto y foto: Luz del Olmo
Etiquetas: Concha Méndez en su mundo. Lectura de la Acequia.