CREED EN DIOS ( Leyenda de Bécquer)
René Magritte
( Me lo ha apuntado Mª Ángeles, nuestra abejita de la vega, el que traiga este cuento que escribí hace unos años y que publiqué en mi otro blog www.musicaparalaluna.blogspot , cuyos escritos están más dirigidos a la gente menuda, he aprovechado su sugerencia de este jockey desbocado, porque así no tengo que inventar nada ya que por ser los últimos días del mes de agosto, sigo estando vaga. Espero os guste. Los niños y niñas ya han trabajado con él)
EL JOCKEY PERDIDO
Yo tenía un caballo, un caballo negro y me gustaba mucho montar en él.
-¿Cómo se llamaba?
-Pensamiento.
-¿Dónde está ahora?
-Un día, como todos los días, salí a pasear con él. Pensamiento y yo nos poníamos muy contentos cuando andabamos y trotabamos por la alameda de los chopos que hay a la orilla del río. Saludábamos al sol, cuando era de día y saludábamos a la luna, cuando era de noche. Luego volvíamos a casa y los dos dormíamos muy bien y sin pesadillas. Él en su cuadra y yo en mi cama.
Pero ese día.
-¿Qué pasó ese día?
Yo pensaba ese día que Pensamiento tenía que correr a gran velocidad. Le di con mi fusta y empezó a galopar y galopar tanto y tanto que nos quedamos perdidos.
-¿Dónde?
-No lo sé. ¿No te digo que nos perdimos?
Llegamos a un lugar donde los árboles no tenían hojas porque parecían las venas de nuestro cuerpo y el suelo era de cristal. Empecé a tener miedo, mucho miedo y Pensamiento, aunque lo disimulaba, también.
El caballo patinaba por aquel suelo y yo creía que nos íbamos a caer. Hacía cada vez más y más frío. El caballo corría y corría y entonces pensé que ya no volvería a ver ni a papá, ni a mamá, ni a mis amigos, ni a mi profesora. Estaba muy asustado. De pronto me acordé de mamá y lo que me había dicho unos días antes:
-Cuando tengas miedo, tienes que ser valiente. Coges este lápiz y esta libreta y empiezas a dibujar.
Así lo hice y comencé a dibujar los árboles sin hojas que parecen las venas de nuestro cuerpo, dibujé el caballo corriendo, corriendo y me dibujé a mi montado en él. Entonces Pensamiento dejó poco a poco de correr y el miedo desapareció.
-¿Y el caballo?
-El caballo también desapareció.
-¿Dónde está ahora?
-Ya te he dicho que no lo sé. Bueno sí lo sé. Míralo está en este cuadro que hace mucho tiempo pintó René Magritte.
-¿Y ese quién es?
-Un pintor de Bélgica. Un país que está algo lejos pero no mucho.
Luz del Olmo
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