He logrado quedarme
en España después del regreso de nuestro embajador
CARTA 1, JOSÉ CADALSO, en su libro Cartas marruecas.
15 de
septiembre de 2016
Mi
querida Fátima :
He
logrado quedarme en España, después de un viaje lleno de
dificultades, donde la triple valla que han puesto en la frontera, ha
sido lo más dificultoso de vencer.
Puedes
comunicarle a mi madre que sus tres hijos están vivos y se
encuentran bien.
En este país que tanto ansiábamos entrar, después
de deambular de un lugar a otro, no hemos encontrado aún trabajo,
aunque nos han dicho que con la bajada de las temperaturas y la recogida de
las uvas, seguro que algo nos saldrá.
Me
ha parecido muy extraño lo que ocurre por estas tierras, pues a
pesar de tener dos reyes, llevan casi un año, con un gobierno
que lo llaman en funciones y eso después de haber votado por dos veces. Parece que no se ponen de acuerdo de quién,
ni cómo gobernar. No sé si lo estoy entendiendo todo muy bien
porque aunque estudié el español, antes de embarcarme en este viaje, no los llego a comprender, ya que ellos hablan y hablan muy alto y muy deprisa.
Ha
hecho mucho calor y en especial aquí en la parte sur donde nos
encontramos. La casa donde vivimos, es más pequeña que la nuestra
y no tiene patio. Un cura nos ha recogido y se ocupa de nosotros,
dándonos comida y ropa. Y de esta forma, me hallo vestido
como estos cristianos, de forma permanente: pantalón largo, camiseta y zapatillas de deporte. De momento
no necesitamos más. El cura que nos protege es similar a nuestro maestro
espiritual o imán, se llama Nicolás Núñez y procura dar
respuestas a todas nuestras preguntas. Somos varios los que hemos
venido desde distintos lugares de Marruecos.
Los
españoles, andan metidos en sus cosas y yo no sé si voy a tener
tiempo de contarte todo lo que pasa por aquí, pues con conseguir un
trabajo, ya es bastante. Creo que no ha sido una buena elección eso
de quedarme en este país que tiene mucha crisis y poco trabajo. No
obstante, como buen observado que sabes soy, te iré contado en
sucesivas cartas, lo que vea de sus costumbres tan distintas a las
nuestras, aunque no creas que tanto, que hoy en día todo se ha
hecho universal.
Pienso ahorrar mucho dinero para que tú y los niños
podáis compraros toda la fruta , dulces y leche que necesitéis, en
especial para Yasmina, mi pequeña Yasmina, ¡cuánto la echo de
menos! Ella está en una edad en la cual ha de alimentarse bien.
Tan sólo tiene dos años y yo la recuerdo cada noche. No quiero que
le pase lo que le pasó a su hermano Mustafá . ¿Por qué tuvo que
coger aquella enfermedad tan incurable que los médicos no pudieron
hacer nada con él? No se me quita de la cabeza. Ya sabes que por eso
estoy aquí. Quiero una vida mejor para ti, mi querida Fátima, y
para nuestros hijos e hijas : Hassan , Aziz. Amín, Fátima y
Yasmina. Alá es grande y sabrá protegernos a todos.
No
te preocupes que cumplí con nuestro Ramadán y me costó. Me era difícil no ceder a la tentación. La casa está surtida de buenos alimentos. El alcohol y el cerdo
ni probarlo y la fiesta del Cordero, también la hemos celebrado, pues el cura que nos cobija, se ocupó de ello. Las veladas a la luz de la luna, son
largas y charlamos un poco de todo, procuramos tomar té, pero no con la frecuencia de nuestra tierra.
Ahora
tengo un poco de sueño porque estoy cansado, otro día te escribiré
una carta más larga.
Recibe
un beso donde tú ya sabes y yo sé que te gusta y recuerda todos los
días y las noches que fuimos felices cuando estábamos juntos.
Muchos besos para todos los niños en especial para Yasmina. Pronto
recibirás un giro.
Besos
de vuestro
SAMIR
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