miércoles, noviembre 19, 2025

ATARDECERES



 





                                                                        Yo no te conocía, tierra:
                                                                         con los ojos inertes, la mano aleteante,
                                                                         lloré todo ciego bajo tu verde sonrisa"
                                                
                                                                  Luis Cernuda.
                                                                                    
         
Algo que siempre me ha  gustado y tengo la posibilidad de extasiarme en sus colores, son los atardeceres que puedo ver  cuando el sol, poco a poco, nos va diciendo adiós, entre nubes o sin ellas, para volver otra vez  en ese círculo mágico  que es la sucesión de los días con sus noches. 


Yo también, cómo Cernuda,  puedo subir a la azotea o  terraza de mi  casa y  desde este lugar,  poder mirar los amaneceres a lo largo de los días qué van pasando, sin prisa, pero sin pausa,  en ese  correr del tiempo en su constante movilidad, que me van acompañando en el   gran avatar que es  esto del vivir. 


Mi vista puede tener el horizonte del cielo en sus múltiples movimientos y así poder contemplar, sí he madrugado lo debido, los cielos límpidos y sin nubes, pero también lleno de ellas en su  color, orden y concierto. Sin embargo, lo qué es el atardecer,  a no ser que al cielo le haya dado por ponerse el vestido largo y se cubra  por completo, lo tengo que mirar en otra dirección y suelo hacerlo, cuando en la tarde,  mis paseos vespertinos y dependiendo un poco del tiempo en su caminanr,  me van llevando a esa laguna del Raso, que me tiene ya muy  conocida y  yo a ella,  para poder contemplar cómo los  rayos del sol se reflejan en el agua  quieta, con leves ondulaciones acompasadas por un apenas percetible aire que las va acunando, porque poco a poco vendrá la noche y aunque siga en su vaiven, el agua  quedará dormida y yo aunque quiera, no podré verla  y sí imaginarla,  después de un atardecer, cómo ha sido el que mis ojos miraron en el instante, apenas detenido, en  esta  foto qué dejo aquí.
  


                                          


(c) Texto y fotos: Luz del Olmo Veros



lunes, noviembre 10, 2025

LOS ENAMORADOS

 




Puede pasar el tiempo, pero determinados acontecimientos de la vida los hacemos inmortales en nuestra memoria y esto es lo que me sucedió en el verano del año 2001,  cuándo me había desplazado hasta Extremadura, en concreto a Cáceres, para asistir al Internacional Congreso XXXVI  de profesores de Español, teniendo en mis recuerdos, cómo nos desplazamos  a la ciudad de Mérida, para ver y disfrutar, la muy conocida y gran obra de  teatro que se representó en su Anfiteatro Romano al que acudimos, dentro de las actividades del citado congreso, cuyo título era nada más y nada menos, que la  tragedia de William Shakespeare de Romeo y Julieta, obra qué puede considerarse inmortal,  y ha sido unos cuántos años después, de tenerla guardada en mi memoria y recordarla  en este 2025, mientras escribo en mi  ordenador del siglo XXI,  para poco a poco ir  visualizando, todo mi impacto de entonces, cuando sentada con mis compañeros y compañeras  de distintas nacionalidades, disfrutamos de aquella noche de verano, con los trágicos amores de los inmortales amantes. 

Existen varias teorías sobre el amor y la pasión que dependen de la propia filosofía de las personas, sientiéndose más o menos identificadas con cada una de ellas, aplicándonos la que más nos guste y esté en consonancia con nuestro pensamiento y también nuestro sentir.   

Se ha escrito y debatido mucho sobre  estar y vivir  enamorado o enamorada  que también tiene sus fases, de  enamoramiento en su principio, porque después  vendrá el amor  y seguirá con nosotros, en armonía con el cariño, pudiendo llegar  o no, hasta un final qué se puede extinguir  o seguir adelante.

No recuerdo quién lo decía, pero en mí se quedó grabado, aquello de cómo al amor se le puede nombrar también cómo un misterio difícil de resolver.  





Texto:Luz del Olmo Veros 

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