El tronco de la olma de Pardilla
A UNA OLMA MUERTA
Situada casi al lado de la fuente
la vieja olma siempre respiró ahí .
Mirarla desde la Iglesia, enfrente
llenaba la plaza y también a mí.
Jugar a su sombra en los días cálidos
poder ver sus hojas en días fríos
alimentar nuestros sueños perdidos
y así ir llenando los espacios
vacíos.
Un día observé su tronco cortado
y la tristeza mi rostro surcó,
mis ojos quisieron seguir llorando
y todo mi ser de pena tembló.
Para tí, mi eterna olma querida
ya nunca habrá otra feliz primavera,
ni brotes que quieran verte vestida
ni un milagro, para que así volvieras.
(c) Texto y fotos ;Luz del Olmo
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