Acabo de leer de dos
sentandas, el libro que nos toca para este mes en el club de lectura La Acequia: Juana la Loca. La Cautiva de Tordesillas
, de Manuel Fernández Álvarez o mejor como él la llama Juana la
Desventurada que así nos presenta a este personaje tan conocido
de nuestra Historia.
El autor, empieza y
termina con la magia y todo lo que ello conlleva, haciéndonos un
buen retrato, aunque creo que desde fuera, sobre la tercera hija de
los Reyes Católicos, basándose en sus propias investigaciones que
va aportando en el recorrido de su lectura.
Al cerrar el libro,
llego a la conclusión de que en el Quinticientos, como él llama a estos
años desde que nace su personaje en 1474, hasta que muere en 1555,
ya la sociedad practicaba la famosa posverdad que tanto juego da
en nuestro siglo XXI y que es, según he llegado a comprender, la
mentira manipulada.
Juana tiene unos
antecedentes genéticos de locura en sus abuelas, la reina Juana y
la Reina Isabel y es curioso que también esos antecedentes sean
mujeres. ¿ Los hombres de esta familia regia, todos andaban cuerdos?
Nada se nos dice al respecto . La locura de la reina Juana se fue
manifestando en la celotipia que tenía con su marido Felipe El
Hermoso, celos bien fundados por otra parte, que la llevan a la
depresión exógena, según dice Fernández Álvarez, algo que me
hace dudar con lo anterior. Pues según lo que yo estudié, la
depresión exógena es adquirida y la que anda emparentada con lo
genético, es la llamada depresión endógena, que a estas alturas
de la terminología, deben tener otras etiquetas y yo ya no estoy
puesta en ello .
En cualquier caso, es
muy posible que Juana se hubiese evitado todos sus sinsabores y
penurias, si el azar o los poderosos afanes regios , no la
hubiese llevado a ser la Reina de Castilla, que eso era mucho o el
todo para su época. Ni su marido, la hubiese manipulado como lo
hizo, ni Fernando el Católico, la hubiese apartado de su cariño
como padre, para primar en él sus ambiciosos intereses de regencia,
ni su extraño y gran emperador hijo, Carlos V, la hubiese
dejando encerrada, alegando la locura. Hasta los insurrectos
Comuneros, también la hubieran dejado en paz y no hubieran
recurrido a ella para manejarla a su antojo, algo que en este caso ,
ella la reina, la loca, la desventurada, no consintió , pues creo
que en Juana la Cautiva prevalecía , dentro de su locura y su
lucidez, el ser hija, esposa y madre , antes que reina.
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Etiquetas: Manuel Fernández Álvarez . Juana La Loca. Lectura de la Acequia.